ATLANTA — En lugar de intentar sobreanalizar por qué Dansby Swanson aparentemente siempre ha tenido la habilidad de sobresalir en situaciones importantes, podría ser mejor simplemente usar la explicación simple que Kyle Wright ha desarrollado desde que conoció a Swanson cuando jugaron juntos para la Universidad de Vanderbilt en 2015.
"Es el proverbial factor 'eso', lo tiene", dijo Wright. “Él es simplemente un ganador. Odia perder. Todos odian perder, pero él lo odia más que la persona promedio. Sus fibras competitivas suben al escenario en los momentos más importantes”.
Dada la oportunidad de brillar una vez más, Swanson no parpadeó mientras ayudaba a los Bravos a tomar posesión exclusiva del primer lugar con una victoria de 4-2 sobre los Mets el sábado por la noche en Truist Park. Su jonrón de la ventaja ante Max Scherzer mejoró su legado y fortaleció la apuesta de Atlanta por un quinto título consecutivo de la División Este de la Liga Nacional .
“Crecí en una familia de deportistas, como si siempre hubiera estado en un campo o en una cancha de baloncesto toda mi vida, incluso probablemente en momentos que no puedo recordar, cuando estaba en un cochecito, siendo arrastrado por todas partes”, dijo Swanson. . "Siento que Dios me hizo para ciertas cosas, y creo que [ser capaz de entregar en el embrague] es una de ellas. Estoy muy agradecida por eso".
También lo están los Bravos, que han visto jonrones a Swanson y Matt Olson en los dos primeros juegos de la gran serie de este fin de semana. Al ganar estos primeros dos juegos, los Bravos ahora tienen una ventaja de un juego sobre los Mets con cuatro juegos restantes en lo que ha sido una gran carrera por el Este de la Liga Nacional. El único otro período de primer lugar de Atlanta este año ocurrió el 9 de septiembre, cuando ganaron una ventaja de medio juego y luego la perdieron al día siguiente.
Tal vez fue apropiado que los Bravos obtuvieran su mayor ventaja del año el mismo día que Wright obtuvo su mejor victoria número 21 en la MLB. Superó con creces las expectativas en 2022, ya que ingresó a esta temporada con dos victorias en su carrera en 14 aperturas. Atlanta también ha calmado a aquellos que se dieron por vencidos con los Bravos cuando llegaron a junio 10 juegos y medio detrás de los Mets.
“[Nuestros jugadores] han jugado muchos juegos importantes en los últimos años, y creo que estaban ansiosos por esta serie”, dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker. “No hemos terminado. Todavía tenemos trabajo que hacer. Les gusta este ambiente y esta sensación de los juegos en esta época del año”.
Quien gane el domingo ganará la serie de la temporada de 19 juegos y así ganará el desempate. Entonces, si los Bravos ganan el final de la serie, su número mágico se reduciría a uno, lo que significa que solo una victoria más o una derrota adicional de los Mets más allá del domingo decidiría la carrera.
Si los Bravos pierden el final de la serie, estarían empatados con tres juegos restantes, pero los Mets serían los dueños del desempate.
“Solo tienes que abordarlo de la misma manera”, dijo Olson. “Apareces, tratas de ganar un juego de pelota mañana y sigues desde allí”.
A medida que transcurrían las primeras semanas de septiembre, había motivos para preguntarse cuándo Swanson, Olson y Austin Riley volverían a ser productivos. Cada uno ha contribuido a los esfuerzos que han permitido a los Bravos vencer a Jacob deGrom y Scherzer en los dos primeros juegos de esta serie.
Olson conectó un sencillo productor en el cuarto y luego dañó a Scherzer nuevamente con un jonrón inicial en el sexto. El primera base veterano entró al juego el lunes bateando .102 con un jonrón y un OPS de .353 en sus últimos 25 juegos, pero se ha ido de 16-8 con cuatro jonrones durante los cinco juegos siguientes.
Si Olson no hubiera sido seleccionado por los Atléticos en la primera ronda del Draft de la MLB de 2012, probablemente habría seguido adelante con sus planes de ser el compañero de habitación de Swanson en Vanderbilt. Pero terminó teniendo que esperar otra década para jugar junto al tipo que parece tener el gen del embrague.
“[Swanson] no tuvo el mejor comienzo de temporada, y me impresionó cómo lo manejó”, dijo Olson. “Mira dónde está ahora”.
Swanson ingresó el sábado en el puesto 13 entre todos los jugadores de la MLB con un fWAR de 6.0. Nadie esperaba que alcanzara esta marca cuando bateó .143 con un OPS de .432 en los primeros 14 juegos de esta temporada. El estoico campocorto no se sintió abrumado por ese tramo, y no pareció molesto ya que produjo un OPS de .666 en los 62 juegos que siguieron al receso del Juego de Estrellas previo a esta serie.
Después de que Olson y Riley conectaron jonrones consecutivos el viernes, Swanson anotó su propio jonrón solitario ante deGrom. Aquellos que lo han visto rendir en juegos importantes para los Bravos y Vanderbilt no estaban pensando en promedio de bateo, OPS y xwOBA cuando llegó al plato para enfrentar a deGrom. Lo mismo se aplicó a la aparición en el plato contra Scherzer, quien lanzó cinco lanzamientos fuera de la zona (dos de los cuales Swanson golpeó) y luego pagó por la recta de corte central 3-2 que aterrizó sobre la pared del jardín central izquierdo.
“Desde que llegó aquí, siempre ha brillado en ese lugar”, dijo Snitker.
Swanson ha bateado solo .185 con un OPS de .577 en 65 turnos al bate en situaciones cerradas/tardías este año. Pero su reputación se ha construido sobre los recuerdos de grandes momentos, como cuando él y Jorge Soler conectaron jonrones consecutivos para ayudar a los Bravos a recuperar la victoria en el Juego 4 de la Serie Mundial del año pasado.
Wright, quien lanzó cuatro entradas y dos tercios en ese juego de la Serie Mundial, también recuerda con cariño que Swanson conectó un jonrón ganador en la novena entrada de un juego del torneo de la NCAA de 2015 contra Indiana.
“No es un secreto que da un paso al frente en esos momentos”, dijo Wright. “Simplemente está conectado correctamente. Esa es la mejor manera en que puedo explicarlo”.
