Santo Domingo, RD. -La República Dominicana inició una ofensiva diplomática para alcanzar un puesto en el Consejo de Derecho Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el período 2024-2026.
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Alvarez, al anunciar la candidatura dominicana a dicha posición enfatizó sobre el compromiso del país con el multilateralismo y de mayor presencia en organismos internacionales para fortalecer y seguir accionando en defensa de los derechos humanos.
El país desarrolla una activa estrategia diplomática para fortalecer sus relaciones internacionales y se prepara para acoger en marzo del próximo año la vigésima séptima Cumbre Iberoamericana, en la que espera reunir aquí a los jefes de Estado y de Gobiernos de España, Portugal y América Latina.
A propósito de esta estrategia, también logro el apoyo unánime de los 34 países del hemisferio occidental (América Latina y el Caribe) en sus reclamos de apoyo a la solución de la grave crisis política y social que afecta Haití y que se ha recrudecido con la incidencia de pandillas fuertemente armadas que se disputan el control de ese país.
También en la asamblea de la OEA recién finalizada en Lima, Perú, el gobierno dominicano se refirió a la problemática del país fronterizo y su amenaza al territorio nacional.
En dicho foro reclamo a las autoridades haitianas una explicación sobre la ayuda que ha solicitado a la comunidad internacional para hacer frente a la violencia y la crítica situación que atraviesa el país en todos los ámbitos, agravada por la reaparición del cólera.
En su intervención, el ministro dominicano de Exteriores, Roberto Álvarez, dijo que la comunidad internacional espera un mensaje claro, coherente, sensato y oportuno de las autoridades haitianas sobre la vía más apropiada para apoyar a la Policía Nacional a restablecer la paz y la seguridad.
El canciller hizo alusión a un reciente mensaje del primer ministro de Haití, Ariel Henry, en el que solicita a la comunidad internacional ayuda para combatir lo que calificó de “crisis humanitaria” en su país.
Esta petición la formulo en momentos en euq esa nación vive un agravamiento de las condiciones sociopolíticas, económicas y sanitarias, la violencia y el cólera.
Ante los jefes de delegación de los miembros de la OEA, Álvarez subrayó la necesidad de que se abandonen los mensajes confusos, pues la crisis en Haití merece la mayor atención y compromiso de los Estados de América, y demandó una señal clara y definitiva por parte de las autoridades haitianas.
«Esta ambigüedad en la postura oficial haitiana choca con la realidad que nos resulta patente desde República Dominicana, ya que la violencia, el hambre y la carencia de insumos esenciales en Haití es tal que nuestro Gobierno siente presión para apoyar aspectos logísticos elementales del funcionamiento de hospitales, industrias, empresas de telecomunicaciones y otros servicios básicos”. añadió.
Al respecto, indicó que no se puede afirmar que la situación está bajo control -como señalaron recientemente miembros del Gobierno haitiano- cuando una banda criminal hace que todo un país esté sin carburantes, al bloquear la salida de los camiones con combustible de la Terminal de Petróleo de Varreux.
Esta falta de carburante, resaltó Álvarez, “imposibilita el acceso a agua potable, dificulta el transporte de pacientes a los centros de salud, impide los trabajos para contener enfermedades contagiosas y dificulta la producción y distribución de alimentos, en un país que sufre una aguda emergencia alimentaria y de salud pública”.