Mientras, la Justicia Electoral intenta evitar con poca fortuna que la desinformación perturbe el proceso electoral como ocurrió en 2018.
Brasil.- Satanismo, canibalismo o vinculación con el crimen organizado. En la recta final de las elecciones brasileñas del 30 de octubre, las militancias en las redes sociales de Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en los sondeos, y Jair Bolsonaro no se privan de nada para conquistar el voto de los indecisos y a los abstencionistas, a pesar de las advertencias y las medidas del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que intenta evitar a toda costa, por ahora con poca fortuna, que la desinformación perturbe el proceso electoral, como ocurrió en 2018.
Es una guerra sucia abierta repleta de videos manipulados, insultos, mentiras, acusaciones a veces infundadas y dirigidas por actores que en muchas ocasiones no tienen una vinculación directa con los equipos de campaña.
Mensajes en los que se pide a los receptores compartir con todos lo que puedan. El entorno de Lula, antes más moderado en las redes, se ha lanzado al combate en segunda vuelta con las mismas artimañas usadas por el equipo del presidente, procesado en la Corte Suprema por difusión de noticias falsas.
Las caras más visibles de este pulso son los diputados André Janones, de 38 años, aliado de la campaña de Lula, y Nikolas Ferreira, de 26 años, cercano a Bolsonaro.
Ambos son de Minas Gerais, el segundo mayor colegio electoral del país y de suma importancia, pues desde la redemocratización todos los candidatos que vencieron las elecciones ganaron en él.
Los dos han sufrido restricciones en sus plataformas por sus polémicas publicaciones, pero después de recibir millones de visualizaciones.
Janones, que desistió a su candidatura a la presidencia para apoyar al líder del Partido de los Trabajadores (PT), se hizo realmente conocido en 2018 por sus intervenciones en las redes sociales durante las huelgas de camioneros.
Abogado de profesión y con millones de seguidores en las principales plataformas en internet, su estrategia es la del "ojo por ojo" contra cualquier internauta que apoye a Bolsonaro, quien se hizo con un 43,20 % de los votos en el primer turno frente al 48,43 % que obtuvo Lula.
"Vamos a conseguir un Ejército gigante y venceremos la batalla aquí en las redes", escribió en Telegram.
A Janones se le atribuye difundir en las redes antiguos videos del mandatario, como uno de una entrevista con The New York Times en 2016, cuando era diputado, con comentarios sacados de contexto en los que Bolsonaro relató una visita a una región indígena amazónica y comentó que hubiese sido capaz de comer carne humana durante una ceremonia.
El PT usó esas declaraciones en un video para relacionar a Bolsonaro con el canibalismo. El TSE prohibió su difusión por considerar que "se cambió el sentido original" de las palabras.
El ente electoral también obligó esta semana a la formación izquierdista a retirar un video con unas declaraciones de Bolsonaro sobre un grupo de adolescentes venezolanas, que generaron gran malestar por el tono que le habría dado el mandatario al cuestionar su forma de vestir e intencionalidad.
De parte de Bolsonaro, destaca el joven Ferreira, el diputado más votado en estas elecciones con casi 1,5 millones de votos. Se define como "cristiano y conservador" y debe su popularidad sobre todo a las redes sociales, con sus videos virales con críticas a las minorías o al Supremo Tribunal Federal o por su defensa al porte de armas.
Su gran golpe a Lula ha sido un video en el que advierte de que este cerrará las iglesias si vuelve a la presidencia. "Cuando las iglesias sean cerradas, los curas sean perseguidos, y a vosotros se os prohíba profesar vuestra fe, haced la L", dice en referencia a la señal que hacen los seguidores de Lula.
El video busca sobre todo disuadir a los votantes evangélicos, un tercio de la población, de votar a Lula. Tuvo millones de visualizaciones y fue compartido por grandes figuras del bolsonarismo, entre ellos los hijos del presidente, el senador Flávio y el diputado Eduardo.
El TSE, a pedido de Lula, pidió su retirada, pero como comentó el propio Ferreira, el video ya había sido ampliamente difundido (30 millones de visualizaciones en una sola red social).
Bolsonaro también cuenta con el 'influencer' Pablo Marçal, que participó con él en un 'live de entreno' para instruir a los militantes digitales sobre cómo ayudar para que siga en la presidencia "sin necesidad de coger las armas".
"¿No es mejor en estos próximos 15 días que todos suspendan su reputación para defender a esta nación?", cuestionó.
Mientras, Lula mantuvo el martes una reunión virtual con 18.000 comunicadores digitales a quienes pidió que suspendan "todo su tiempo libre" para enfocarse en la campaña en las redes. En el encuentro estuvo presente Janones, quien también divulgó instrucciones del 'modus operandi' que debe seguir la militancia cibernética.
Este miércoles, está previsto que el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, se reunirá con los representantes de las principales plataformas para analizar este asunto.