Reuniones anuales del FMI y del Grupo Banco Mundial: En declaraciones a las reuniones anuales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, la OIT hace un llamado a favor de una respuesta a la crisis que reduzca las desigualdades y promueva la sostenibilidad, a través de la protección social, el aumento adecuado de los salarios, un mayor apoyo a las economías vulnerables y el respeto de los derechos laborales.
GINEBRA (OIT Noticias) – Prevenir un impacto duradero sobre los más vulnerables, incrementando los salarios mínimos y garantizando las prestaciones de protección social, debe estar entre las respuestas prioritarias a la actual crisis económica y social, declaró el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, ante los delegados de las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial (GMB) 2022 .
Otras políticas prioritarias incluyen inversiones en la protección social y el empleo productivo a través del Acelerador Mundial del Empleo y la Protección Social para Transiciones Justas . El Acelerador Mundial tiene el objetivo de galvanizar la creación de 400 millones de empleos, incluso en la economía verde, digital y del cuidado y la extensión de una protección social adecuada para los 4.000 millones de personas que actualmente no tienen cobertura. Esto apoyaría un cambio hacia un enfoque activo de la gestión de las crisis económica, social y ambiental, y la transición justa necesaria para hacer frente al cambio climático.
“En estos momentos difíciles, es esencial que tomemos la iniciativa… [y] configuremos un futuro de manera que dé lugar a un mundo mejor, más equitativo y sostenible y también contribuya a la paz duradera”, dijo el Director General a los delegados.
En su declaración escrita al Comité conjunto para el Desarrollo BM-FMI , Houngbo señaló que incrementar el empleo productivo es fundamental para reducir las desigualdades. Agregó que también es necesaria una mayor formalización del trabajo a fin de mejorar la productividad y la sostenibilidad de las empresas, promover el trabajo decente, y proporcionar a los gobiernos más recursos financieros para abordar la pobreza y las desigualdades.
También son necesarias políticas a largo plazo que aborden las grandes y persistentes diferencias de género en los salarios, pensiones y calidad del empleo.
“Limitados por la creciente carga de la deuda y la reducción del espacio fiscal, numerosos países enfrentan ahora [un] panorama político desalentador”, dijo el Director General al Comité. “Es necesario un nuevo esfuerzo colectivo para gestionar estas crisis y, a la postre, superarlas y prevenir crisis futuras”. Este esfuerzo incluye incrementar la inversión social en el desarrollo de competencias y en el cuidado, hacer frente a las desigualdades en el mercado laboral y aumentar los niveles de los beneficios de protección social y los salarios a fin de mantener los niveles de vida ante el aumento de la inflación – para lo cual sigue habiendo margen sin crear una espiral de precios y salarios, agregó.
En una segunda declaración escrita al Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) , el Director General de la OIT describió una crisis del costo de la vida alimentada por precios más altos y la disociación del crecimiento de los salarios y el crecimiento de la producción, dando lugar a una disminución de los salarios reales. Si no se toman medidas inmediatas y se incrementan los recursos, esto podría aumentar las desigualdades y ejercer mayor presión sobre las empresas, señaló, y agregó que numerosos países tienen un espacio fiscal limitado para apoyar a los hogares de bajos ingresos, y esto podría alimentar el malestar social.
Gilbert F. Houngbo puso de manifiesto la necesidad de incrementar el apoyo a las economías vulnerables, las cuales podrían tener que hacer frente a una deuda alta y creciente. Un mayor respeto de los derechos laborales, la promoción de empresas sostenibles y mejores condiciones de trabajo en las cadenas de suministro podrían acelerar el desarrollo económico, la reducción de la pobreza y una mayor igualdad de ingresos entre los países, concluyó.