"Tenía muchas ganas de volver y estoy encantada de estar otra vez aquí con el público, con el cariño de la gente, con todo. De ver como todo ha ido cambiando. Es una maravilla estar acá", expresó la cantante española a "El Universal"
¿Una estrella nace o se hace? El tema ha sido objeto de debate durante décadas, pero en el caso de Paloma San Basilio (Madrid, 1950) no hay duda. Nació para brillar.
"Desde muy chiquitica a mí me gustaba cantar, hacer personajes, cuando había gente en casa que venían invitados de mis padres, yo era la pequeña de cuatro hermanos y después de comer y del café yo me iba a la habitación, me ponía mis cosas, una flor, un abanico y salía y hacia personajes. Es algo que consustancial a mí, ni siquiera no algo premeditado o que quería hacer a propósito y la maravilla es que después de hacer cosas en la universidad y el teatro, tuve la posibilidad de trabajar en televisión y, a partir de ahí, pude encausar mi carrera por ese lado, pero no tenía remotamente la noción de que me iba a dedicar a esto porque era una cosa muy insólita en mi época. No es como ahora que cualquiera es un youtuber y colocar su trabajo en las redes. Era muy complicadísima. Seguí un poco a esa niña que le gustaba tanto transformarse, convertirse en un personaje a nivel escénico y utilizar mi voz. La verdad es que desde muy cría descubrí que tenía muy buena voz para trabajarla y eso me permitió tocar dos palos: los discos y también las actuaciones", recuerda la artista, quien recibe a esta reportera de El Universal en la habitación del hotel donde se hospeda en Caracas, ciudad en la que ofrecerá un concierto el próximo 22 de octubre en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño de Caracas.
Paloma San Basilio, de 47 años de trayectoria, no recuerda con exactitud desde que año no visitaba Venezuela.
"Creo que la última vez fue en el 2009, 2010, por ahí, creo, pero es demasiado tiempo. Tenía muchas ganas de volver y estoy encantada de estar otra vez aquí con el público, con el cariño de la gente, con todo. De ver como todo ha ido cambiando. Es una maravilla estar acá", expresa.
La cita con Paloma San Basilio es una excusa para conversar con la cantante sobre su recorrido por la música, la televisión y los teatros, el regreso de las presentaciones de estrellas internacionales en Venezuela, las redes sociales, el éxito e incluso lo que más le importa en estos momentos en la vida.
– ¿Qué es lo que más disfruta de hacer vida en el mundo del entretenimiento?
– Creo que la capacidad de transformar la realidad, esa realidad paralela que tú te inventas, donde todo es posible, donde te puedes poner el traje que quieres, cantar la canción que te gusta, tener un instrumento al lado que te acompaña. La experiencia escénica es mágica. Desde que era una niña siempre tuve una obsesión por crear mi propia realidad y, por suerte, esta profesión me ha permitido seguir desarrollando ese mundo mágico. Digo que el escenario es un espacio cuántico que la gente no sabe que ya está inventando desde hace mucho tiempo porque tú hay puedes ser y no ser un montón de cosas y estás dentro y fuera de la realidad y eso, sobre todo, cuando consigues compartirlo y llevar al público a ese sitio es maravilloso. Agarrar a alguien que llega cansado del trabajo y de pronto se sienta y lo coges de la mano y lo llevas a ese mundo donde todo es posible, me parece milagroso.
– Por estos días está de moda todo esto del metaverso y de los universos y mundos paralelos y escuchando su respuesta pienso en eso.
– Es que nosotros inventamos el metaverso hace mucho tiempo (risas).
– ¿Qué le aportó haber participado en musicales como Evita, entre otros? ¿Qué cree le sumó eso a la Paloma San Basilio que graba discos hoy en día, que se presenta en conciertos?
– La verdad es que para mí el teatro musical ha sido mi gran escuela. Creo que es donde he aprendido. Cada vez que he hecho un musical he aprendido y he trabajado el escenario y terminas convirtiendo el escenario en tu casa. Pues, claro, vas todos los días ahí, te encuentras con todo el mundo y es una sensación casi cotidiana y, sobre todo, puedes hacer un trabajo de largo recorrido, porque ese mismo personaje que tú vas matizando desde que ensayas y estrenas hasta que te vas pues todo eso es unas posibilidades enormes a nivel artístico y de experiencia escénica. Creo que mi carrera se ha forjado mucho y ha sido muy influenciada por los musicales a la hora de volver a hacer giras, pero ya con ese equipaje que llevaba cada vez que hacía un musical.
– ¿Considera que ha tenido que sacrificar algo para poder seguir desarrollando su carrera?
– Creo que todo el mundo. No conozco a nadie que diga que tiene todo perfecto, mi vida, mi trabajo, mi pareja, mis hijos. Cuando tienes la suerte de poder elegir, siempre vas a dejar algo en el camino porque significa optar por algo en detrimento de esa otra opción que no eliges, cuando haces una vida como la mía, te resientes mucho en el aspecto familiar, en el aspecto de pareja, el no poder estar viendo crecer a tus hijos cada día, sobre todo, en una etapa en la que estás con muchas giras, con el teatro que ocupa tanto tiempo, que te vampiriza mucho, que tienes que hacer funciones durante meses y eso te quita la posibilidad de tener una vida normal con otra persona, salir con tus amigos, estar con tu hija, verla hacer los deberes y, a veces, debes sacrificar para poder dedicarte a una profesión bastante exigente y que también te chupa mucha energía y necesitas tenerla ahí.
– ¿Qué le responde Paloma San Basilio a las personas que, hoy por hoy, critican la ola de conciertos que se están produciendo en Venezuela?
– Creo que realmente no entiendo muy bien la crítica. Son propuestas. A mí me parece que la gente vuelva a Venezuela siempre es bueno porque es como una relación de amistad y llevamos mucho tiempo siendo amigos y de pronto, hay una ausencia y retomar esa amistad es bonito. El público se merece la posibilidad de ir un concierto, de compartir con un artista que le gusta, de dejarse ensoñar por una canción. Eso nunca es malo. La música es un conducto maravilloso que une a los pueblos, que salta por encima de las diferencias incluso idiomáticas e ideológicas, etc. y esa capacidad de vivir la música es positiva. Y se da porque hay gente que tiene ganas de cantarles a los venezolanos y ellos decidirán a cuáles irán y cuáles no porque yo comprendo que no se puede ir a todo porque no siempre se puede comprar una entrada para todos los conciertos que se proponen, pero no creo que haya una razón para criticarlo. Es bueno que el país se mueva y que todo se mueva.
– El ser humano necesita emoción y verdad. Cuando un artista está en el escenario es un acto de entrega, es como una especie de comunión con la gente, es un acto de sinceridad. Donde uno da lo que tiene y lo que sabe hacer a los demás. A mí me parece que los pueblos están siempre por encima de cualquier otro concepto (…) Todos los pueblos tienen crisis y situaciones difíciles y la gente se merece tener posibilidades. Saber que no están solos. Yo canto para la gente fundamentalmente. Y eso me parece está por encima de cualquier otro objeto u otro criterio.
– ¿Paloma San Basilio considera que las redes sociales han cambiado el oficio del cantante, como promociona sus temas, sus videoclips, sus conciertos?
– Sí, se ha abierto un espacio inmenso, infinito. Se ha democratizado la industria porque antes estabas en una compañía de discos y tenías manager había gente con talento que no tenía posibilidades de salir y ahora cualquiera puede con sus redes y expone su trabajo, puede encontrar un espacio y a mí eso me parece estupendo. Por qué depender de una compañía de discos o de un productor? Ahora hay muchas opciones y la gente puede elegir. Y eso no quiere decir que todo ese trabajo expuesto perdure en el tiempo porque las redes necesitan estar siempre recibiendo, generando, ahí no siempre hay fidelidad, impera lo nuevo, la inmediatez marca más que el talento o la creatividad y eso no es bueno, pero creo que siempre las sociedades se autorregulan, tengo confianza en la especie y hay un momento en el que cada uno encuentra su sitio y el que quiere abusar de la sobreexposición, de estar siempre estar contando cosas, haciéndose un selfie, si come o si desayuna. Esa es una opción. Hay quienes a los que nos gusta exponernos menos y tratar de tener más contenido cuando estas comunicándote con los demás.
– ¿Usted maneja sus cuentas en Twitter e Instagram?
– Sí, tengo mis redes, pero lo que pasa es que no soy una fanática. De pronto veo algo que me gusta, lo subo a Instagram. Tengo una community manager que me maneja las redes para estar siempre informando, pero generalmente son cosas de trabajo y tienen que ver con los conciertos. Pero de vez en cuando sí me gusta compartir unos pendientes que me voy a poner, por ejemplo, me gustan esos pequeños detalles que me definen para que la gente sepa cómo eres. Las redes al final son un reflejo de ti mismo igual a como te vistes. Creo que conoces a la gente por su forma de entender y manejarse en las redes también.
– ¿Cómo ha hecho Paloma San Basilio para mantener su vida privada en un país donde la prensa del corazón es tan feroz y la vida de los artistas vende y los hace populares y usted se ha hecho popular sin necesidad de apelar a su intimidad?
– Lo tuve claro desde el principio, la verdad. Mi vida privada es mi vida privada, lo que hago en el ámbito de mi casa, mi familia, mi hija, mis amigos es algo cotidiano. Lo que yo haga con mi vida privada. Lo que tengo que aportar a los demás es algo distinto. Yo sería capaz de sometiéndome todos los días a una superposición. Mi narcisismo no llega hasta ese punto estamos en una sociedad narcisista. Nunca me saco fotos de los sitios. Ejemplo, ¿por qué me voy a sacar una foto frente a las pirámides de Egipto? Me parece una falta de respeto. Nunca he entrado en esa dinámica, con lo cual, mi privacidad ha estado a buen recaudo.
– ¿Hay una fórmula para el éxito?
– El éxito siempre tiene que ser una consecuencia. Hay gente que hoy en día quieren ser famoso. ¿y por qué? el famoso, si no hay nada detrás, más que un famoso es un fantasma. Creo que el éxito es el resultado de algo, y es cuando tiene sentido. Es una salida a tu trabajo, a tu talento, a tu esfuerzo, a tu superación, al respeto por el público, por ti mismo, para algunos el éxito es tener un estadio lleno y para otros y para otros el éxito es tener una sala chiquitica que comparta lo que tú haces, llevarse bien consigo mismo y con su vida y tener una familia maravillosa. El éxito no hay que sobredimensionarlo como objetivo. Creo que cuando se plantea ese objetivo se cometen muchos errores porque no hay líneas rojas.
– ¿Qué le falta por hacer a Paloma San Basilio?
– No tengo ni idea. Ahora mismo estoy en una etapa en la que estoy un poco al límite. Después de la pandemia dije: "Quiero volver a cantar, quiero volver a los países, a los escenarios". Me entró angustia. Creo que tengo una carrera muy bonita, he hecho muchas cosas, he disfrutado de mucho, pedir más me parece un abuso para el universo, lo que me falta por hacer es estar con mi hija, con mis nietos y a no hacer nada también. @yolimer