El actual mandatario continúa sin reconocer la derrota ante Lula da Silva, a más de 20 horas de la confirmación de los resultados.
Tras perder las elecciones presidenciales en Brasil contra Luiz Inácio Lula da Silva, el actual mandatario, Jair Bolsonaro, salió este lunes del Palacio de Planalto sin hacer declaraciones a la prensa, por lo que continúa sin reconocer la derrota del domingo.
Más de 20 horas después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) anunciara que el resultado era irreversible, Bolsonaro se retiró de Planalto, sede gubernamental, alrededor de las cuatro de la tarde (hora de Brasil), y se dirigió al Palacio de la Alvorada, la residencia oficial, frente a la cual había decenas de periodistas aguardando una declaración del mandatario, como es habitual. Sin embargo, Bolsonaro decidió no hablar con la prensa.
Horas antes, su hijo Flavio fue el primero de la familia en pronunciarse sobre el resultado del balotaje, aunque no admitió en forma clara la victoria del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
"¡Gracias a todos los que nos ayudaron a rescatar el patriotismo, que oraron, rezaron, salieron a las calles, dieron su sudor por el país que está trabajando y le dieron a Bolsonaro la mayor votación de su vida!", dijo el senador.
Y añadió: "¡Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil! ¡Dios a cargo!".
Según reportaron medios locales, el jefe de Estado acudió en la mañana a la sede del Gobierno, en Brasilia, donde se reunió con su compañero de fórmula, el general Walter Braga Netto, y con Flavio Bolsonaro, quien fue coordinador de la campaña electoral.
La presidenta nacional del PT y coordinadora general de la victoriosa campaña de Luiz Inácio Lula da Silva, la diputada federal Gleisi Hoffmann, dijo este lunes que, tal como marca la ley, la transición de gobierno comenzará en 48 horas, independientemente de la colaboración del actual presidente, informó G1.
Con la vuelta de Lula a la presidencia de Brasil, Bolsonaro, de 67 años, se convierte en el primer mandatario que no logra ser reelecto desde la redemocratización del país, en 1985.
Pero aunque Bolsonaro dejará la presidencia, tanto su formación, el Partido Liberal (PL), como sus aliados dominan en la Cámara de Diputados y en el Senado. Además, en los tres estados más importantes –Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro–, el ultraderechista tiene a los gobernadores de su parte.
Por otra parte, si bien la victoria de Lula consolida el giro izquierdista de América Latina, el estrecho margen de votos alcanzados respecto al bolsonarismo es el fiel reflejo de un país dividido.
De hecho, la brecha entre ambos candidatos es considerada la más ajustada desde la redemocratización del país: Lula se hizo con un 50,9 % de los votos, mientras que Bolsonaro obtuvo el 49,1 %. Con esos resultados es posible inferir que la derrota del ultraderechista este domingo está lejos de ser el punto final de su carrera política.