Los bloqueos de simpatizantes del mandatario saliente son en rechazo a los resultados electorales que le dieron la victoria a Lula da Silva.
Los bloqueos de vías en Brasil por parte de manifestantes bolsonaristas persisten, a pesar de que hay órdenes emanadas por el Supremo Tribunal Federal (STF) que exigen liberar las calles y respetar el resultado electoral del domingo.
Este martes, el ministro Alexandre de Moraes, del STF, ratificó que las policías militares de los estados son capaces de despejar las carreteras federales bloqueadas e identificar, multar y arrestar a los responsables.
Los gobiernos de los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná, Maranhão y Bahía determinaron que las PM actúen para despejar los bloqueos.
Las fuerzas de seguridad comenzaron desde esta mañana a desbloquear las rutas, en algunos casos con balas de goma y gases lacrimógenos.
También se reportaron incendios de comercios y saqueos en una zona comercial de Río de Janeiro, donde la Policía respondió con disparos al aire para dispersar a la gente.
Según un informe difundido por la Policía Federal de Carreteras (PRF), unas 227 carreteras federales se encuentran obstruidas por militantes de Bolsonaro, que no aceptan la ajustada victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.
Hasta el momento, el presidente saliente Jair Bolsonaro no ha dado declaraciones sobre el resultado del balotaje. Por ello, la Federación Nacional de Policías Federales de Carreteras (FenaPRF) y los sindicatos del sector han emitido una nota en la que advierten que el silencio del mandatario estimula los bloqueos.
"El resultado de las elecciones de 2022 expresa la voluntad de la mayoría de la población y debe ser respetado. La postura del actual presidente de la República, Jair Bolsonaro, de guardar silencio y no reconocer el resultado de las urnas termina dificultando la pacificación del país, incitando a una parte de sus seguidores a adoptar acciones de bloqueos en las carreteras brasileñas", indica el texto citado por G1.
En el balotaje del domingo, Lula resultó electo como nuevo presidente de Brasil con 50,9 % de los votos, mientras que Bolsonaro obtuvo el 49,1 %. Se trata de la brecha más ajustada entre dos candidatos desde la redemocratización del país.
No obstante, el resultado fue ratificado por el Tribunal Superior Electoral (TSE) y no hay hasta ahora denuncias que permitan poner en duda la legitimidad del acto democrático.
Bolsonaro dijo este martes que durante la jornada tiene previsto pronunciarse sobre las elecciones. "Estamos trabajando en el horario, a ver cómo lo resolvemos", dijo el mandatario al medio R7.
El excapitán del Ejército ha cuestionado al sistema electoral de Brasil desde antes del inicio de la campaña, advirtiendo sobre un posible fraude pero sin presentar pruebas que avalen sus dichos. Aunque no fueron certeras, la mayoría de las encuestas ya daban a Lula como ganador de los comicios, incluso en primera vuelta.