HOUSTON — El jardinero cubano Yordan Álvarez pegó un jonrón de tres carreras en la sexta entrada y el zurdo dominicano Framber Valdez tuvo otra soberbia actuación monticular, para que los Houston Astros vencieran 4-1 a los Philadelphia Phillies, el sábado en el sexto juego, y se coronaran campeones de la Serie Mundial de Grandes Ligas.
Para Houston es el segundo título de su historia, después que ganó el primero en el 2017. Para su manager Dusty Baker, de 73 años, es el primero en 25 temporadas con cinco equipos.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.542.0_es.html#goog_1577395906
Valdez permitió una carrera y dos hits, otorgó dos boletos y ponchó a nueve bateadores. En dos salidas en la Serie Mundial tuvo 2-0, efectividad de 1.46 (2 carreras limpias en 12.1 entradas) con cinco boletos y 18 ponches. En cuatro salidas en la postemporada, se fue con 3-0, efectividad de 1.44 y 33 ponches en 25.0 episodios.
Valdez permitió una carrera y dos hits, otorgó dos boletos y ponchó a nueve bateadores. En dos salidas en la Serie Mundial tuvo 2-0, efectividad de 1.46 (2 carreras limpias en 12.1 entradas) con cinco boletos y 18 ponches. En cuatro salidas en la postemporada, se fue con 3-0, efectividad de 1.44 y 33 ponches en 25.0 episodios.
Durante las primeras cinco entradas del juego 6, Valdez y el derecho estadounidense Zack Wheeler se enfrascaron en un duelo de ceros.
Pero comenzando el sexto, el jardinero Kyle Schwarber bateó un sinker bajito en la zona de strike de Valdez hacia los asientos del jardín derecho, su tercer jonrón de la serie (todos como primer bate en la alineación, la tercera mayor cifra de la historia del evento) y el sexto de la postemporada.
El batazo de Schwarber despertó a los Phillies. Y también a los Astros.
En el cierre de la misma entrada, Wheeler, quien había limitado a los locales a dos hits y tenía cinco ponches, golpeó al noveno bate de Philadelphia, el receptor puertorriqueño Martín Maldonado. Rob Thomson, el dirigente de los Phillies, desafió la llamada, argumentando que Maldonado metió el codo para buscar el golpe, como ocurrió en un partido anterior con el cubano Aledmys Díaz. A diferencia de la ocasión anterior, el centro de repeticiones en Nueva York no encontró evidencias de tal sugerencia.
Después que el intermedista venezolano José Altuve bateó rodado que forzó en segunda base a Maldonado, el torpedero dominicano Jeremy Peña pegó sencillo que mandó a Altuve a la tercera base con un out.
Entonces Thomson sacó a Wheeler para traer al zurdo venezolano José Alvarado para enfrentar al peligroso bateador zurdo Álvarez, quien lideró a Houston con 37 jonrones y OPS de 1.1019 en la serie regular, pero que bateaba de 50-9 en los playoffs.
Álvarez bateó una recta sinker de 99 millas por hora por encima del alto muro del jardín central del Minute Maid Park para alegría de la mayoría de los 42,948 aficionados que llenaron la instalación. El batazo de 450 pies es el más largo en la Serie Mundial en la era del uso de la tecnología de Statcast, desde el 2008.
Los tres jonrones de Álvarez otorgaron la ventaja a su equipo de la sexta entrada en adelante, lo que empató una marca de postemporada con Troy Glaus, de Los Ángeles Angels, en el 2002.
Un hit de Christian Vázquez, que fungió como bateador designado, empujó la cuarta carrera de la entrada para los Astros.
Los dominicanos Héctor Neris y Bryan Abreu lanzaron limpiamente en el séptimo y octavo innings. Abreu concluyó la postemporada con 11.1 entradas en blanco, cuatro hits y 19 ponches. El cerrador Ryan Pressly se encargó de terminar el encuentro para comenzar una gran celebración en todo Houston.