La modelo aportó una muestra de su sangre antes y después de tener relaciones sexuales para una investigación sobre los efectos en la química en el cuerpo femenino
Madrid.- Cara Delevingne, de 30 años, reveló que ha donado uno de sus orgasmos a la ciencia. La modelo británica, que hace varios meses en noticia por su estado de salud, ha participado en un experimento para estudiar la brecha de género en el clímax sexual, un término utilizado para describir por qué los hombres tienen más probabilidades de tener un orgasmo durante las relaciones sexuales que las mujeres.
El ensayo forma parte de un documental de seis capítulos, “Planet Sex With Cara Delevingne”, que se proyectará en televisión.
Delevingne donó a los investigadores una muestra de su sangre antes y después de alcanzar el clímax para que pudieran estudiar sus efectos en la química de su cuerpo.
En el documental aparece la modelo británica en un hospital alemán contando a los espectadores que está ahí “para tener un orgasmo y donarlo a la ciencia”.
“Creo que el deseo sexual femenino ha sido reprimido. Sé por mi propia vida amorosa lo sexuales que pueden ser las mujeres, por lo que uno pensaría que en el siglo XXI los hombres y las mujeres deberían tener vidas sexuales igualmente satisfactorias, ¿verdad?”, se pregunta. “Bueno, cuando se trata del orgasmo, existe una clara brecha de género”.
Delevingne ofreció datos que justifican su teoría. “Los científicos dicen que el 95 por ciento de los hombres heterosexuales tienen un orgasmo durante el coito, pero solo el 65 por ciento de las mujeres heterosexuales lo tienen. Para ser honestos, creo que es una cifra demasiado alta. La mayoría de mis amigas heterosexuales lo sitúan en un 15 o 20 por ciento. Las lesbianas y las mujeres queer parecen tenerlo mejor”, explicó.
La modelo y actriz sabe bien de lo que habla porque ella misma se ha declarado bisexual y ha relatado los problemas que le acarrearon la aceptación de su sexualidad.
Hace un año confesó que había sufrido brotes de “depresión” e incluso “pensamientos suicidas” durante su adolescencia por la “homofobia interna” que sufría antes de darse cuenta de que también se sentía atraída por personas del mismo sexo.
Además, Delevingne, opinó que más mujeres están hablando en público sobre las dificultades para tener un orgasmo durante la penetración.
Y aseguró que los hombres “carecen de las herramientas adecuadas para satisfacer a una mujer en la cama y hacer que llegue al orgasmo”.
Por ello, la británica aprobó que le extrajeron sangre antes y después de un orgasmo, con el propósito de comparar la incidencia en la química de su cuerpo.
Delevingne, considerada para muchos la sucesora de Kate Moss por espíritu de rebelde, es un icono LGTBIQ+. En una reciente entrevista a la revista GQ, dijo que ella no quería ser gay porque pensaba que no sería aceptada. “Llegó un momento en el que me harté de ocultar esas partes de mí: yo misma era la persona a la que había escondido durante toda mi vida”, dijo.
No es la única misión que emprendió Delevingne en su búsqueda para llegar al fondo de la sexualidad.
Recientemente, viajó a Holanda para conocer a un experto en sexo, visitó un set de filmación donde se hacía pornografía “ética” y viajó a Japón donde hizo un molde de su vagina.
Según sus útlimas declaraciones, Delevingne les dirá a los espectadores del documental sobre las inhibiciones que tienen las mujeres cuando quieren expresar a un hombre qué quieren a la hora del sexo: “Es mucho más complicado para una mujer tener que decirte que no lo están haciendo bien, tienes que sentarte y escuchar lo que estoy diciendo. Y sí, es un asesino del ego que la mayoría de los hombres no pueden manejar”, concluyó.