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Política 
  • Por: La Redacción
  • domingo 11 diciembre, 2022

A menos de dos años de las elecciones del 2024 parece difícil que resurja el bipartidismo en RD

SANTO DOMINGO, RD. – A menos de dos años de las próximas elecciones del 2024 la recomposición política del país descarta cualquier posibilidad de polarización, y no hay seguridad plena de que haya un ganador en primera vuelta.


Las situaciones coyunturales que matizaron el escenario electoral, que marcaron pautas en los resultados en las urnas en el 2020, no parecen reeditarse y, al parecer, los llamados partidos emergentes podrían definir la ruta ganadora, ya sea en primera o segunda vuelta.


Al menos dos de los principales candidatos a la jefatura del Estado buscan un retorno al poder, uno de ellos, Leonel Fernández, con tres gestiones sobre sus hombros, busca una cuarta oportunidad. El otro, Luis Abinader, es impulsado para un segundo mandato al que esta posibilitado constitucionalmente.


República Dominicana celebrará comicios presidenciales el 19 de mayo de 2024 y, en caso de ser necesario, la segunda vuelta tendrá lugar el 30 de junio de ese año, según el calendario presentado por la Junta Central Electoral (JCE).


Los procesos que culminarán en mayo/junio de 2024 comenzarán el primero de octubre del año próximo con las elecciones primarias de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, a los que seguirán convenciones y asambleas para la designación de los candidatos a diferentes comicios, congresuales y municipales.


Las primeras citas con las urnas serán el 18 de febrero de 2024 a alcaldías, regidurías, direcciones y vocalías.


El 19 de mayo de ese año coincidirán los comicios presidenciales, a senador y diputaciones, incluido en el exterior.


El actual jefe de Estado, Luis Abinader, del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), aún no ha confirmado si se presentará para un nuevo mandato de cuatro años, aunque todo apunta a que aspirará a la reelección.


También el exmandatario Leonel Fernández se perfila como candidato a las elecciones presidenciales por su partido Fuerza del Pueblo, que formó tras abandonar el Partido de la Liberación Domicana (PLD).


Por el opositor PLD competirá en las urnas el actual alcalde de Santiago (segunda ciudad del país), Abel Martínez, tras ser elegido precandidato de la formación en una reciente consulta popular.


El escenario elector de cara al 2024 presagia hasta el momento una feroz lucha entre tres candidatos presidenciales.


El nuevo tripartidismo aumentaría la posibilidad de una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos más votados, una práctica que no ejercen los ciudadanos desde 1996, cuando se estableció en la Constitución el 50% más un voto para ganar la Presidencia de la República.


Obviando los aspectos ideológicos pocos diferenciados en la partidocracia de República Dominicana, el panorama apunta a que en esta ocasión entraría a la contienda el presidente Luis Abinader, quien da señales claras de que buscará la reelección con el Partido Revolucionario Moderno (PRM), sin que se advierta una potencial rivalidad dentro de esa organización.


En el litoral opositor las expectativas se mantienen en torno a la suerte que correrá la segunda fuerza electoral, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que después de 20 años en el poder, 16 de ellos consecutivos, perdió el poder en las elecciones del 2020.


Leonel Fernández desarrolla una intensa ofensiva para atraer a peledeístas y grupos aliados, que lo perciben como el líder con mayor experiencia para frenar una virtual reelección y enrumbar el país por otro sendero.


Fernández fue presidente con el PLD en los períodos 1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012. No obstante, su lejano tercer lugar en 2020, llamó la atención al obtener el 8.90% obtenido con la alianza Fuerza del Pueblo, PRSC y otros núcleos minoritarios. Estos resultados lo colocaron entre los partidos mayoritarios.


En las tres décadas siguientes al ajusticiamiento del tirano Rafael L. Trujillo, el 30 de mayo de 1961, República Dominicana inició una convulsa etapa democrática donde se impuso el bipartidismo, periodo caracterizado por una constelación de organizaciones minoritarias que giraron siempre al alrededor de dos partidos políticos mayoritarios.


La acción inició en las elecciones del 20 de diciembre de 1962 con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de Juan Bosch (58.72% de los votos), y la Unión Cívica Nacional (UCN), de Viriato Fiallo (30.08%). No obstante, el predominio de este sistema se intronizó a partir de las elecciones del 1 de junio de 1966, con el Partido Reformista (PR), de Joaquín Balaguer (57.66% de los votos), y el PRD, con Bosch (39.04%).


En los comicios de 1970 el PRD se abstuvo y Balaguer volvió a ganar (57.11%) enfrentando al Movimiento de Integración Democrática An-tirreeleccionista (Mida) y Augusto Lora, que se había dividido del PR y obtuvo 20.41% de los votos.

Bosch, finalmente se dividió del PRD en 1973 y fundó el PLD, pero los perredeístas y reformistas continuaron con su hegemonía.

Así sucedió en las elecciones de 1974, donde el PRD encabezando el “Acuerdo de Santiago” volvió a abstenerse y Balaguer volvió a reelegirse. También en los comicios de 1978 y 1982 ganados por el PRD de José Francisco Peña Gómez, y en 1986 cuando Balaguer volvió a derrotar al PRD.


El tripartidismo hizo su aparición por primera vez, cuando el PRD, tras su división en el proceso electoral de 1990, pasó a ocupar un tercer lugar, dejando el espacio al PLD de Juan Bosch, que surgió como una segunda fuerza política y rivalizó con Balaguer en los cuestionados comicios de ese año. A la postre Bosch y el PLD fueron derrotados, y en las elecciones de 1994 caerían a un tercer lugar (13.12% de los votos).


En esas elecciones de 1994 Balaguer (PRSC) y Peña Gómez (PRD) protagonizaron un reñido enfrentamiento en las urnas, que degeneró en una profunda crisis política. Después de complejas negociaciones Balaguer fue declarado ganador (42.29% contra 41.55%). Se recortó dos años a su período, se prohibió la reelección consecutiva y se introdujo en la Constitución el 50% más un voto para ganar los comicios en primera vuelta.


En 1996 el tripartidismo continuó, pero en esta ocasión el PRSC y su candidato presidencial Jacinto Peynado, que no contó con el apoyo de la cúpula reformista, descendió a un tercer lugar (14,99% de los votos), en las elecciones del 16 de mayo.


Ninguno de los candidatos obtuvo el 50% más un voto para ganar en primera vuelta y fue necesaria una segunda elección entre el PRD y Peña Gómez que lograron el primer lugar (45.94% de los votos), contra el PLD que volvió al segundo puesto con Leonel Fernández como candidato presidencial (38,93% de los sufragios).


Para esta segunda vuelta celebrada e 30 de junio de 1996, Balaguer y Bosch formalizaron la alianza denominada Frente Patriótico (PLD-PRSC), con Fernández encabezando la boleta, y derrotaron con 51.25% al PRD y su candidato Peña Gómez (48.75% de los votos).


El tripartidismo tuvo su última experiencia en las elecciones del 2000, cuando Hipólito Mejía y el PRD derrotaron en la primera vuelta con 49.87% de los votos, al PLD y su candidato Danilo Medina (24.94%), y a Joaquín Bala¬guer y el PRSC (24.60%). Es pertinente anotar, que a pesar de que Mejía no obtuvo el 50% más un voto, Balaguer y Medina renunciaron ir a una segunda vuelta.


El panorama político dió un nuevo giro a partir de 2004, cuando el PLD y el PRD se convirtieron en los dos principales partidos del país, ya que el PRSC entró en una etapa de profundas divisiones que lo convirtieron en un partido “bisagra”, conjuntamente con la estela de organizaciones minoritarias.


De esta manera Fernández regresó al poder en 2004 venciendo a Mejía y el PRD, y se reeligió en 2008 con su triunfo frente al PRD y Miguel Vargas. La situación se mantuvo en el 2012, cuando Medina y el PLD derrotaron a Mejía y el PRD, que al final se dividió y dejó momentáneamente a los peledeístas como partido único.


En 2014 surgió el PRM de la división del PRD y los liderazgos de Mejía y Luis Abinader, por lo que en las elecciones de 2016 se consolidó el bipartidismo. Esos comicios ganados por la reelección de Medina (61.74%), contra el PRM y Abinader, que obtuvieron 34.98%, represen-tando una verdadera sorpresa, mientras el PRD participó aliado al PLD.


El bipartidismo comenzó a debilitarse esta vez en las elecciones de 2020, a pesar de que se mantuvo la polarización entre el PRM y Abinader, que triunfaron en primera vuelta (52.52%), contra el PLD con su candidato Gonzalo Castillo (37.46% de los votos).


Ahora se advierte una vuelta al tripartidismo, con el PRM y la casi inminente reelección del presidente Abinader; el PLD y su candidatura presidencial representada en la figura de Abel Martinez, y el expresidente Fernández, desde ya candidato único de Fuerza del Pueblo para las elecciones de 2024.

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