Los préstamos y subvenciones que fueron entregados a pequeños negocios en la ciudad de Nueva York para combatir el COVID-19 ha abierto una nueva caja de pandora debido a que el informe ha demostrado que en efecto si hubo discriminación de una manera grave entre todos los condados, pero siendo el condado del Bronx el más afectado por esto.
La oficina del Contralor Municipal, Brad Lander, informó que luego de realizar dos auditorías confirmaron que los administradores de préstamos no hicieron la diligencia correspondiente para verificar elegibilidad y distribuir los fondos de manera equitativa.
El informe revela que hubo una supervisión inadecuada y que negocios que debieron de calificar para las ayudas no calificaron, programas como préstamos sin interés y el de subvención nominal simplemente no tuvieron las personas la oportunidad de competir dignamente.
Si bien es cierto que los SBS tuvieron un impacto en nuestras comunidades, muchas empresas calificaron a estas ayudas sin necesidad de obtener estos préstamos, pero cientos de negocios, en especial de residentes de la diáspora, no pudieron calificar por una u otra razón y de esto dependencia la vida de miles de familias que llevan su sustento gracias a sus pequeños negocios.
El problema radica en que los fondos fueron distribuidos por orden de solicitud y no por orden de necesidad, no se contaron los criterios de cuáles barrios o condados fueron los más afectados por el Coronavirus y a su vez $7 millones de dólares nunca se distribuyeron lo cual es peor. El panorama fue tan desgarrador en el Bronx que de 519 negocios que solicitaron ayuda, solo 9 fueron aprobados, lo que representa una falla grave para la distribución equitativa.
No es de extrañar porque tantos negocios de dominicanos y otros grupos étnicos quebraron producto de la crisis del Coronavirus si no contaron con la asistencia necesaria para sub existir.
