SANTO DOMINGO, RD. -Desde su llegada al Poder en agosto del 2020, el presidente Luis Abinader se ha empeñado en cuidar y proteger las instalaciones del Palacio Nacional, con un riguroso protocolo que resalta su solemnidad y simbolismo.
Tanto así, que ha sido creado un cuerpo de edecanes que guía y orienta a todo visitante a la Casa de Gobierno.
Y ni hablar del orden interno mientras el jefe del Estado permanece en su despacho u otra área encabezando determinada actividad.
Además, toda persona que visita la sede del Ejecutivo es acompañado desde recepción hasta su salida por un oficial que escolta hasta abandonar la Casa de Gobierno.
El Palacio Nacional es una de las obras emblemáticas del país. Esta edificación llena de historia y simbolismo fue remodelada durante la primera gestión del presidente Leonel Fernández (1996-2000), en ocasión de cumplirse 50 años de su construcción. La misma acoge en sus áreas, además del despacho presidencial, el de la Vicepresidencia de la República, los de algunos ministerios.
La edificación consta de 3 niveles. En el primero se alojan las instalaciones de servicios generales, en el segundo nivel se encuentran la entrada y el vestíbulo principal, así como el Salón del Consejo de Gobierno y los despachos del presidente, vicepresidente y otros funcionarios.
El tercer nivel alberga los grandes salones de recepciones: Salón de Embajadores, Salón las Cariátides, Salón Verde, Salón Bar, Comedor Principal y las áreas privadas del presidente.
El presidente Abinader tiene habilitada una suite-comedor privado en uno de los salones de la tercera planta. En ese nivel el expresidente Leonel Fernández tenía instalada una amplia biblioteca con sala de lectura y música ambiental.
Otros presidentes les dieron diferentes usos a esos espacios. Salvador Jorge Blanco (1982-1986) instaló su despacho en el tercer nivel, donde también operaba el del entonces secretario de la Presidencia, Hatuey Decamps.
También tras la llegada de Luis Abinader, la entrada por la explanada frontal ha sido rigurosamente restringida a tal extremo que ni el propio jefe del Estado la utiliza a su llegada, ya que lo hace por lo regular a través de la puerta de acceso por la parte trasera, por la avenida México.
Inmediatamente inicia el ingreso de la caravana presidencial al Palacio Nacional, el primer regimiento Guardia Presidencial monta una formación de honores con toque de trompeta.
El Palacio Nacional es un edificio de 18,000 metros cuadrados de construcción sobre un solar de 25,000 metros cuadrados, de uniformidad estética y perfecta geometría de volúmenes predominantemente ortogonales.
El diseño fue iniciado en 1939 por el arquitecto italiano Guido D’ Alessandro, que empezó a solicitud del dictador Rafael L. Trujillo Molina, la elaboración de los planos del Palacio Nacional, labor que le tomó poco menos de tres años debido a lo elaborado de cada salón.
El levantamiento de la obra se inició el 27 de febrero de 1944, en ocasión de celebrarse el primer centenario de la República, y fue inaugurado el 16 de agosto de 1947. El costo de la estructura ascendió a unos cinco millones de dólares, sin incluir el mobiliario ni el terreno.
Los interiores del Palacio Nacional se caracterizan por la influencia de un estilo clásico, así como por la utilización de una diversidad de materiales, tanto nacionales como extranjeros, dentro de los que se encuentran el mármol y la caoba centenaria.
En la decoración y ornamentación de los diferentes salones se utilizaron materiales como bronce, hierro, yeso y acero, los cuales fueron trabajados con maestría, proporcionando a cada salón un ambiente distinto de gran hermosura y armonía.
Es notoria la rigurosidad de la seguridad dentro y fuera del Palacio Nacional. Recientemente se concluyó la instalación de decenas de cámaras de seguridad en sus alrededores externos y algunas áreas internas.
Además, han sido colocados obstáculos mecánicos que son habilitados cuando se cierra el acceso a la edificación. Mientras, los vehículos autorizados a ingresar a los parqueos son rigurosamente revisados, algunas veces hasta con equipos electrónicos y detectores de explosivos.
Los planos fueron iniciados en el año de 1939 y la obra empezada en 1944. Fue concluida en 1947 a un costo que entonces fue de 5 millones de dólares.