DAJABON, RD. -El mercado fronterizo entre esta parte dominicana y Haití, ha aumentado sus ventas y las visitas de compradores de ambos lados en las últimas horas, convirtiéndose en la panacea de los comerciantes y habitantes de varias comunidades del Sur y Sudeste del vecino país.
Los haitianos debido a las bandas que operan en comunidades de su país, ven el comercio fronterizo en un lugar seguro para la subsistencia, debido al temor que desde hace meses mantiene entre los habitantes y comerciantes de su país, donde no existe la seguridad.
Durante toda esta semana se observa que el negocio tras bordo también se activa en esta parte entre compradores haitianos y comerciantes que adquieren harina de trigo, productos manufacturados, así como materiales de construcción como el cemento y otros, con los cuales los extranjeros se presumen pagan los impuestos y además para construcciones y abastecer sus negocios.
También se observan varios extranjeros en las oficinas de Migración ejerciendo el pago de los impuesto de sus pasaportes, para salir del su país por este lado aunque otros como el exalcalde Benjamín Permisión de la comunidad de Anse-á-Pitre, con pasaporte Norteamericano dijo que tiene que pagar la suma de 2,500 pesos a los 30 días, pese a que su pasaporte le fue notificado con 60 días para ese pago y según se explicó en migración los 60 días es para regularizar el documentos con la finalidad de poder viajar al interior del país y en caso de que no lo haga será devuelto a su país de origen
Mientras, el comercio bilateral se desarrolla en medio de la normalidad, pero con mayor dinamismo en sus ventas en medio de la demanda de visitantes que llegan de comunidades de la costa sur y Anse-á-pitre, Banano, hasta Thióte de Haití.
La circulación de personas es mayor que meses anteriores cuando el mercado fronterizo había laborado tímidamente luego de algunos incidentes que se registraron, pero que desde ya todo se ha superado.
En el negocio comerciantes de Pedernales, y del vecino país de Haití, lo han convertido en una panacea, donde se observa la ventas de ropas usadas, nuevas, tenis, zapatos, así como productos agrícolas variados, que hacen posible de que amas de casas y dueños de pequeños negocios se abastezcan durante estas navidades y el año nuevo .
A pesar del ejercicio del comercio fronterizo, la vigilancia se mantiene en todo el cordón fronterizo entre Soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre, así como miembros del ejército que patrullan las calles y los lugares como medidas de seguridad.
También es notoria la circulación de vehículos que se desplazan repletos de pasajeros.
