Santo Domingo, RD– Aunque en el itinerario de muchos dominicanos estaba salir hacía el interior del país a pasar la llegada del Año Nuevo junto a familiares y amigos, no es menos cierto que una gran cantidad optaba por quedarse en la ciudad, que había quedado semi desierta con la salida de una gran masa por la cena de Nochebuena.
No obstante, hubo un detonante de estímulo para muchos que pretendían quedarse y fue la promulgación del decreto declarando Día no Laborable el próximo lunes del Poder Ejecutivo, que hizo que muchos empezaran a empacar y preparar maletas para aprovecha la extensión del asueto.
Desde tempranas horas de esta mañana, cientos de capitaleños comenzaron a llenar las estaciones de autobuses para viajar a los pueblos en el interior del país, a reunirse con familiares y amigos para esperar el Año Nuevo 2023.
Previo al mediodía, era notoria la presencia de viajeros en las paradas de autobuses y minibuses que conducen a las provincias de las regiones norte, sur y este.
Al filo de las 9:30 de la mañana en la parada de Caribe Tours, que se ubica en la avenida Leopoldo Navarro, los ciudadanos llegaban para viajar a los distintos puntos, en especial a los pueblos de la región del Cibao.
Ese fue el caso de la familia Castro, una pareja de esposos y dos niños que se dirigían hacia Sosúa, Puerto Plata.
“Nos vamos a comer un sancochito con los viejos, que uno nunca sabe hasta cuándo tenga esa dicha”, manifestó Carlos Castro, padre de la familia.
La situación se repitió, con un flujo más elevado, en la avenida Duarte, donde se encuentran las paradas de autobuses que viajan a las provincias de la región sur.
En más de una ocasión los testimonios de los dominicanos coincidían con que por motivos al feriado del lunes, dispuesto por el presidente Luis Abinader, se quedarían un día más en sus pueblos.
“Yo vengó el martes en la tarde de mi campo”, contestó un señor, luego de que este diario le preguntara cuándo regresara a la capital dominicana.
Mientras sucede todo este apogeo por el asueto de las festividades, las calles y avenidas de la capital lucen más despejadas que en días normales, para el disfrute de los habitantes que optaron por no viajar al interior.
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