Christine Lambrecht estuvo ya varias veces en el centro de escándalos
ALEMANIA.- La ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, ha presentado oficialmente su renuncia al canciller Olaf Scholz, informa la agencia local DPA, que asegura haber visto el texto de la solicitud.
"La atención que los medios de comunicación han prestado durante meses a mi persona apenas permite informar y debatir objetivamente sobre los militares, la Bundeswehr [el Ejército alemán] y las decisiones de política de seguridad en interés de los ciudadanos de Alemania", escribie Lambrecht en su petición formal, citada por el canal NTV.
Desde el Ejecutivo comunicaron que Scholz ha aceptado la renuncia de Lambrecht y que la decisión sobre el sucesor se tomará "lo antes posible", recoge la revista Der Spiegel.
El tabloide alemán Bild, que ha catalogado a la funcionaria como una de las dirigentes menos populares en el país, informó la semana pasada que Lambrecht planeaba abandonar su cargo.
Tras esta renuncia, ya son dos los ministros del Gobierno de Scholz que decidieron abandonar, después de que el año pasado Anne Spiegel abandonara su cargo al frente del Ministerio de Asuntos de Familia.
A mediados de diciembre, el canciller defendió a Lambrecht frente a las críticas. "La Bundeswehr cuenta con una ministra de Defensa de primera clase", declaró Scholz al diario Süddeutsche Zeitung, al tiempo que evocó el refuerzo de la Bundeswehr a largo plazo y su equipamento fiable con armas y municiones como las tareas principales de su ministerio.
Lambrecht estuvo ya varias veces en el centro de escándalos. En su primera entrevista con Bild, tras asumir el cargo en 2021, admitió no conocer los rangos militares de la Bundeswehr. Posteriormente fue criticada por prometer 5.000 cascos como ayuda militar a Ucrania, luego del inicio del operativo ruso.
Además, en noviembre se reveló que una foto de su hijo Alexander en un helicóptero militar, que había causado mucha polémica, fue tomada por la propia ministra, cosa que ella se negó inicialmente a reconocer. También la criticaron por su videomensaje de Año Nuevo, grabado en medio de fuegos artificiales y petardos, en el que se refirió al conflicto en Ucrania.