HIGÜEY, La Altagracia,R D.- Lo que se suponía debía ser un momento de espiritualidad y armonía, se transformó en caos, cuando quienes de disponían a venerar a la Virgen de La Altagracia en su día se agarraron a puñetazos, empujones, patadas, trompadas y halones de cabellos.
Y es que inmediatamente el presidente Luis Abinader abandonó la Basílica de Higüey, donde encabezó una misa de Acción de Gracias en honor a Nuestra Señora de la Altagracia, se rompió el orden que desde temprano primó en el lugar.
Las autoridades presentes no pudieron controlar a la multitud, que terminó rompiendo bocinas y tumbando verjas de seguridad.
Durante un momento fueron cerradas las puertas de la Basílica y se prohibió la entrada de feligreses
Mientras una señora se descompensó y fue atendida por los miembros de los organismos de socorro apostados allí.