Haití. Este convulsionado país amaneció este viernes en aparente calma tras los actos violentos del jueves, cuando policías atacaron la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de una decena de agentes a manos de grupos armados este mes.
Las escuelas, sin embargo, decidieron cerrar sus puestas por segundo día consecutivo como medida preventiva.
Hasta el momento, ni el Gobierno ni la Policía Nacional se han pronunciado públicamente sobre lo acontecido el jueves, que provocó la paralización de las actividades comerciales.
Durante el ataque del jueves a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se oyeron fuertes disparos, mientras que varios vehículos resultaron con los cristales rotos.