Al igual que como sucede con otras comunidades, la comunidad afroamericana en Nueva York ha ido reduciéndose a un ritmo alarmante, a pesar de ser una de las principales comunidades en la gran urbe. Inclusive, se presagia que el éxodo masivo de esta comunidad seguirá, ubicándose en otras partes del país debido al alto costo de la vivienda en Nueva York. Esta situación crearía un reto económico, político y social para el propio liderazgo del estado de Nueva York.
El número de residentes afroamericanos que han decidido marcharse de la ciudad se estima que ha sido aproximadamente de 125,000 habitantes en los últimos 20 años, y esto representa una caída de aproximadamente un 7% según el último censo nacional.
A la vez, el popular tabloide “Gothamist” cita que una de las razones principales por la cual los afroamericanos abandonan la ciudad se debe a la falta de acceso a viviendas asequibles y, a su vez, la criminalidad. Esta última situación tiene a la ciudad al borde del colapso.
También algo que se cita, que es muy importante, es que esta población ha envejecido al igual que otros segmentos importantes de la población y el dinero que recibe por concepto de jubilación no le permite vivir en la ciudad de Nueva York.
Por ende, han optado por emigrar a otros lugares con mejores beneficios de impuestos y mejor calidad de vida.
The Economist publicó una encuesta en el 2020, en el medio del epicentro de la pandemia, que citaba que el 35% de los residentes de Nueva York lamentaban que su ciudad se hubiera convertido en la ciudad más cara de vivir en todo los Estados Unidos y que él sueño americano aquí simplemente no existiera. En ese momento el Senador Republicano Joe Borelli afirmó que también estaba de acuerdo con este pronunciamiento.
Para que todos entendamos la perspectiva en la que se coloca Nueva York, con cambios en poblaciones clave entre sus fronteras, se podría pensar en las implicaciones políticas que el estado tendría, ya que a menor población menor representación política tendría en Washington D.C., y por ende habrá menos presupuesto federal para el estado.
A su vez, se teme que la cultura y las tradiciones de esta importante comunidad queden en el pasado si su población sigue emigrando de manera masiva. Este caso también se aplica a la comunidad latina que ha venido saliendo de la ciudad de Nueva York desde el principio de la pandemia.