La coalición de grupos de izquierda Congreso Cívico lanzó a la expresidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), María Teresa Cabrera, como precandidata presidencial para las elecciones del 2024, durante un acto efectuado en un hotel de la capital dominicana.
Las aspiraciones de Cabrera fueron anunciadas durante la “Convención Ciudadana” convocada por la citada organizacion que tiene como coordinador general al comunicador Rafael Chaljub Mejía.
Al hacer uso de la palabra, Chaljub Mejía sostuvo que Cabrera se diferencia en todos los aspectos morales de los demás políticos, que sería una falta compararla con «todos los estropajos que hay».
“Estamos aquí para apoyarla, porque creemos que ella representa los mejores intereses de la patria”, agregó Mejía, antes de enfatizar que “hay que combatir ese viejo ejercicio de lucha y de esa vieja democracia y construir algo distinto”.
En ese sentido, expresó que María Teresa está dispuesta a luchar por algo distinto, por lo que han decidido caminar junto a ella.
De su lado, la maestra manifestó que espera ser la candidata oficial “de un polo de unidad progresista, democrático, popular y de izquierda”.
A continuacion las palabras integras de Chaljub Mejia al pondera las cualidades de Cabrera durante la actividad de lanzamiento de la candidatura presidencial de izquierda:
Proclama ante el país
Desde su propio surgimiento, el Congreso Cívico se definió como un movimiento apartidista, pero con vocación política. Una libre asociación de hombres y mujeres comprometidos a luchar mediante el debate de opiniones, por reformas dirigidas a la democratización política e institucional, como forma de avanzar hacia las metas finales de la revolución democrática nacional, que está inconclusa desde los tiempos mismos de la fundación de la República.
Era evidente que el gobierno peledeista, encabezado en aquel momento por el presidente Danilo Medina se había constituido en el obstáculo a remover para superar el estancamiento político, la corrupción moral y administrativa y la virtual anulación de las instituciones que el dominio por veinte años de aquel partido había causado.
Era indispensable un cambio de gobierno para superar la inmovilidad política y crear un mejor ambiente para el avance democrático.
Bajo esa convicción, el Congreso Cívico se integró junto a diversas agrupaciones cívicas, fuerzas políticas y movimientos sociales, a la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional; se opuso al continuismo peledeista, votó y llamó al pueblo a votar por licenciado Luis Abinader para la presidencia.
El cambio de gobierno se produjo y nos alegramos de haber hecho nuestra modesta contribución a poner fin al dominio peledeista con todas sus malas consecuencias y a la creación de un ambiente más propicio para el debate por las reformas democráticas.
No obstante, en todo momento sostuvimos en forma inequívoca que nuestra lucha por la democratización no terminaba con el mero cambio de gobierno. Desde esa actitud independiente, en un espíritu de suma corrección y realismo, mostramos nuestra disposición a participar activamente en la discusión del paquete de reformas políticas e institucionales propuestas y sometidas al debate por el presidente Abinader.
La naturaleza de clase y las circunstancias mismas del actual gobierno; la falta de voluntad de transformación y el desinterés de la oposición, condenaron a la parálisis las reformas que debieron emprenderse y la anhelada renovación política e institucional sigue pendiente.
Así, mientras el tiempo político se agota, se desperdicia una nueva oportunidad de renovación, el país sigue como siempre encerrado en lo económico en los mismos esquemas opresores del neoliberalismo, en tanto, en el campo político e institucional, aun perduran las viejas herencias del pasado, las viejas trabas antidemocráticas. Y al paso de los meses, la atención se concentra cada vez más en los asuntos concernientes al nuevo proceso electoral que ya está en marcha.
El Congreso Cívico mantiene invariable su determinación de seguir la lucha por los propósitos que le dieron origen y le dan razón de ser. En consecuencia y al aproximarse ese nuevo torneo electoral; convencidos de la necesidad de intervenir en el mismo, desde nuestra condición movimiento cívico, hemos decidido proclamar y proponer al país a la profesora María Teresa Cabrera como candidata a la presidencia de la República.
Por sus condiciones políticas y morales, su probada calidad humana; por su hermosa trayectoria de luchadora en el sector magisterial de donde proviene; en las luchas sociales y políticas; en el movimiento contra la corrupción y la impunidad que tuvo en la Marcha Verde su máximo exponente y a la compañera María Teresa como una de sus más brillantes y elocuentes portavoces.
Figura fresca, encarnación genuina de lo nuevo. Portadora de un discurso conceptuoso, ajeno a la estridencia, pero de contenido transformador, que va más allá de lo inmediato y coyuntural.
Que postula y practica la solidaridad con los sectores sociales en lucha y al mismo tiempo mira hacia horizontes más amplios y se compromete a luchar por un cambio de época en la vida política nacional, a superar los vicios antidemocráticos heredados de toda nuestra historia y que debieron terminar desde la caída del régimen trujillista hace ya más de sesenta años.
Hay que combatir por superar todo este viejo régimen de democracia enferma, plagada de injusticias en beneficio de una minoría poderosa y en perjuicio de la mayoría de la población; y construir sobre las ruinas de esa vieja democracia, un orden distinto, realmente democrático, de esencia popular y contenido social.
María Teresa está dispuesta a luchar por eso y ese compromiso la aparta de lo tradicional y lo atrasado; por eso ella es lo novedoso, la renovada esperanza de dejar para siempre atrás la rutina agobiante que las fuerzas políticas dominantes le han impuesto al país por tanto tiempo.
Con ella como abanderada, demos hoy este primer paso, caminemos con ella. Reafirmemos junto a ella el compromiso de honrar los ideales, el sacrificio y la memoria de los que han dado su fuerza, su valor y hasta la vida por esta misma causa.
No más el pasado jueves 16 se cumplieron cincuenta años de la caída del coronel Francis Caamaño, y el próximo 21 de diciembre se cumplirán sesenta del asesinato del compañero y líder Manolo Tavárez Justo, recordémoslos, porque ellos simbolizan la lucha y el martirio de todos los héroes y mártires de la larga lucha de nuestro pueblo por ver la patria libre, soberana, democrática, moralmente sana y socialmente justa.
La mujer que hoy proclamamos y proponemos a la sociedad como candidata presidencial tiene plena conciencia de su solemne compromiso con esa larga historia y no tenemos duda en que sabrá honrarlo con la inteligencia, el valor y la indoblegable voluntad de lucha de siempre. Una vez más: Compañera María Teresa, de un aso al frente y emprenda la marcha. Una vez más: Caminemos con ella, compañeros.
Sobre María Teresa Cabrera
María Teresa Cabrera es una reconocida dirigente social y política dominicana, oriunda de la provincia de La Vega.
Se ha destacado en la coordinación de dos de los más importantes movimientos sociales del país, el movimiento por el 4% de la Educación y la Marcha Verde.
Desde la presidencia de la ADP trabajó por la dignificación de la educación pública y la mejora de las condiciones docentes de los niños y niñas de los sectores populares.