La carta de despedida de el coronel Caamaño a sus hijos

Mis queridísimos hijitos Silvia, Tania y Román…

Aún son ustedes, mis hijitos, muy pequeños para comprender el porqué de esta separación y su larguedad; sin embargo, crecerán y llegará el momento de interpretar las actitudes de sus padres y de toda la sociedad.

Su mamá, a quien tanto queremos, les explicará y les irá diciendo siempre lo mucho que les quiero y lo mucho que los llevo en mi corazón; también lo que hace su papá y porqué lo hace.

Tú Silvita, eres la mayorcita y debes ayudar a tu mamá con tus hermanitos, quererlos mucho y estudiar para empinarte cada día.

Mi Tania querida, estudiando y siendo una niña buena con todos serás a la vez una mujer del futuro, una Tania del futuro.

Román, chiquitico eres aún, apenas balbuceas las primeras palabras y ya vas teniendo tu carácter que con la debida educación desarrollará en ti, como en todos los niños de ese querido pueblo, al HOMBRE NUEVO, al que el CHE visionario vislumbró en las generaciones jóvenes venideras.

Mis hijitos, a todos los recordaré eternamente, por ustedes y por los niños de su edad pero sin porvenir dedico todas mis fuerzas y mi vida; quiéranse mucho y quieran siempre a su madre.

Cuando vean a sus abuelitos, esto será pronto, les dan muchos besitos de mi parte y les dicen que les quiero mucho, también que les eduquen y les ayuden a ser como el CHE.

Muchos besitos y abrazos para todos.

Su padre,
ROMAN-FRANCIS
(Febrero 1973)