Zapata nació en Anenecuilco, en el estado de Morelos, el día 8 de agosto de 1879 y fue asesinado el 10 de abril de 1919, a la edad de 39 años.
Emiliano Zapata, mejor conocido como El Caudillo del Sur, fue uno de los íconos más importantes de la resistencia campesina en México, y su legado trascendió fronteras para ser un símbolo de la lucha por los derechos de los oprimidos en América Latina.
Zapata nació en Anenecuilco, en el estado de Morelos, el día 8 de agosto de 1879 y fue asesinado el 10 de abril de 1919, a la edad de 39 años.
El jefe revolucionario estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur, sus principales ideales giraron alrededor de la justicia social, libertad, igualdad, democracia social, respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
A lo largo de su vida, Zapata luchó por el derecho a la tierra de los campesinos e indígenas mexicanos, sus ideas fueron recogidas en el Plan de Ayala (1911) en los que reclamaba la devolución de tierras y bienes a los municipios y los ciudadanos.
En 1910, se incorporó a las fuerzas maderistas atraído por las propuestas agrarias del Plan de San Luis, como general en jefe del Ejército Libertador del Sur y Centro; pero una vez que el movimiento triunfó la devolución de tierra no se cristalizó.
El 28 de noviembre de 1911 el llamado Caudillo del Sur proclamó el Plan de Ayala, con el que desconoció el gobierno del presidente Francisco I. Madero y estableció seguir la lucha por reivindicar los derechos de los campesinos.
Zapata fue un gran líder que supo tener siempre el oído atento a las comunidades y a los pueblos, alguien que conocía el trabajo y la explotación por experiencia propia, pero que también conocía, por su posición en la jerarquía de las haciendas, la posición de los terratenientes y capitalista hacia los campesinos.
El líder agrario comprendía muy bien el antagonismo de clase entre los bandos en conflicto y por eso no se dejaba engañar con el canto de las sirenas de los discursos y la demagogia de los políticos que se autonombraban redentores de la democracia.
“Sin el zapatismo la Revolución mexicana hubiera sido muy diferente, el zapatismo es el que da realmente contenido social, sin este movimiento la Revolución hubiera sido solamente una revolución política, un cambio de gobierno”, escribió Felipe Ávila en su libro dedicado a Zapata, "Tierra y libertad. Breve historia del zapatismo".
El zapatismo fue el único ejercito revolucionario donde las mujeres llegaron a tener los más altos grados dentro de la jerarquía militar, comenta el autor del texto, escrito en coautoría con Pedro Salmerón.
Al respecto de este movimiento campesino, el autor concluye que éste ha sido el más importante en México y en América Latina; su caudillo, Emiliano Zapata, se convirtió en el símbolo de la lucha por la tierra, la libertad y la justicia campesinas a nivel internacional.
Zapata, uno de los líderes más célebres de la Revolución Mexicana y precursor de la reforma agraria, fue asesinado en Chinameca, Morelos, en una emboscada tramada por rivales políticos cercanos al gobierno, partidarios del viejo sistema latifundista.