Los intercambios verbales entre el jefe del Ejército y el líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido se han tornado en ataques de artillería y bombardeos
SUDAN.- La rivalidad entre Abdelfatah al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo, los dos principales líderes militares de Sudán, ha convertido el país desde la mañana del sábado en un campo de batalla donde el grupo paramilitar más poderoso ha pasado de ser un eslabón del futuro Ejército unificado a una “milicia rebelde”.
Pese a que la tensión era latente entre el Ejército sudanés, del que al Burhan es líder, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por Dagalo, también apodado “Hemedti”, desde hace semanas, los intercambios verbales se han tornado en ataques de artillería y bombardeos el sábado por la mañana en el sur de Jartum.
Las FAR acusaron al Ejército sudanés de lanzar una acción contra su base de Soba y la calificaron de un “brutal ataque”, pero las Fuerzas Armadas dieron la versión de que fueron las FAR quienes actuaron previamente contra sus unidades en Jartum, por lo que procedieron a defenderse de esa acción.
El resultado de esas acusaciones mutuas ha sido una batalla tierra y aire, ya que el Ejército ha enviado sus cazas para bombardear posiciones de las fuerzas paramilitares.
Rápido y sangriento
Desde que las FAR acusaron al Ejército de atacar su base, los avances y retrocesos militares se fueron desarrollando de manera muy rápida a lo largo de la jornada.
Las fuerzas lideradas por Hemedti aseguraron que habían tomado el Palacio Presidencial y la Comandancia General, aunque ese extremo fue negado posteriormente por Al Burhan.
Pero donde se ha vivido una de las peores escenas en la capital ha sido en el aeropuerto internacional de Jartum, el más grande del país, que ha quedado fuera de servicio.
Se levanta humo en Omdurman, cerca del puente Halfaya, durante los enfrentamientos entre las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido y el ejército, visto desde Jartum Norte, Sudán, el 15 de abril de 2023 (REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)
El Sindicato de Médicos de Sudán señaló en su primer informe preliminar, y por ahora el único, que al menos 56 personas han fallecido por los choques armados de este fin de semana.
La fuente también dijo que hay “decenas de heridos”, pero el otro sindicato independiente Comité de Médicos de Sudán aseguró que se espera “un gran número de muertos y heridos”, ya que se está realizando aún el conteo.
En el aeropuerto también se vivió un momento de terror esta mañana cuando un avión de la aerolínea Saudi Airlines fue “blanco de tiroteo” cuando estaba a punto de despegar rumbo a Riad, mientras que la tripulación y los pasajeros a bordo fueron desalojados y no sufrieron daños, según dijo la propia compañía en un comunicado.
Primeras declaraciones
Mientras la batalla continúa en Jartum y otras zonas del país, la cadena de televisión catarí Al Yazira fue la única que logró entrevistar a Al Burhan y Hemedti, sin que ellos hayan emitido hasta el momento un comunicado oficial.
Por un lado, Hemedti -el considerado hombre fuerte de Sudán- dijo que su grupo no abandonará las armas hasta que el Ejército se rinda.
Según el también número dos del Ejército, Al Burhan “será llevado ante la Justicia o morirá como cualquier otro perro”.
Por su parte, Al Burhan, que es presidente del Consejo Soberano de Sudán, aseguró que “todo está bajo control” e instó a la cadena catarí que las FAR tienen que “escuchar a la voz de la razón” y replegar a sus unidades, o de lo contrario el Ejército se verá “obligado a traer fuerzas a Jartum desde varias regiones”, lo que supondría una nueva y peligrosa escalada en el conflicto.
Estos enfrentamientos se producen dos días después de que el Ejército advirtiera de que el país está atravesando una “coyuntura peligrosa” que puede llevar al conflicto armado, después de que se “movilizaran” unidades de las FAR en la capital sudanesa y otras ciudades sin el consentimiento o coordinación de las Fuerzas Armadas.
Esta movilización se produjo en medio de negociaciones para alcanzar un acuerdo político definitivo que ponga fin a la asonada de 2021 y lleve a Sudán a una transición democrática, un pacto cuya firma ha sido pospuesta en dos ocasiones este mes de abril precisamente por las tensiones y rivalidades entre el Ejército y las FAR.