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Santo Domingo, RD. – Los delincuentes continúan imponiendo su autoridad en el país, mientras las autoridades prometen una reforma policial en la que pocos creen que pueda ejecutarse.
A diario ocurren en el país asesinatos, atracos, violaciones sexuales, tiroteos y secuestros, sin importar la hora y lugar.
El caso más reciente fue el asesinato de un niño que acababa de llegar con su padre de Estados Unidos, por el aeropuerto Cibao, en la ciudad de Santiago de los caballeros, en el norte.
El menor, de nueve años, recibió varios disparos, la noche del miércoles, cuando varios desconocidos interceptaron el vehículo en que se trasladaban, supuestamente para atracarlos.
Ese hecho ocurrió en la avenida Circunvalación Norte de esa ciudad, donde esta misma semana se reportaron al menos cinco muertes relacionadas con atracos en esa urbe.
Otro caso violento ocurrió esta semana, cuando una menor de 14 años murió por disparos realizados por delincuentes en el sector Los Guandules, en el Distrito Nacional.
Pero casos como esos ocurren a diario en el país, como consecuencia del auge del tráfico de drogas y la complicidad e indiferencia de las autoridades para enfrentar el problema.
«Aquí no hay seguridad de ningún tipo, son los delincuentes que imponen la ley», dijo el comerciante Andrés Trejo, propietario de un almacén en Villa Juana.
A todo ello se suma la falta de patrullaje policial en los barrios, muchos de los cuales son controlados por pandillas, como el caso del Ensanche Capotillo, el principal centro de venta de drogas de la capital.
La delincuencia es uno de los principales problemas que afectan a la sociedad dominicana, que no ve forma de que dicho mal pueda ser controlado, debido a la falta de interés mostrado por la clase política que ha gobernado al país.
El Gobierno promueve una reforma policial que avanza «a paso de tortuga», lo que muchos atribuyen a la lucha de intereses entre la cúpula de la Policía Nacional
