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NUEVA YORK, EE.UU. La República Dominicana advirtió este miércoles ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que la inseguridad y el vandalismo en Haití han alcanzado niveles “desbordantes” y irguió de una asistencia internacional para enfrentar esa grave y delicada situación.
El canciller dominicano Roberto Álvarez, al agotar un turno en la sesión especial del organismo de la ONU convocado exclusivamente para tratar la recurrente crisis haitiana, justificó la decisión del gobierno dominicano de prohibir la entrada a territorio dominicano de varios ex funcionarios y ciudadanos de ese país, por considerar que atenta contra la seguridad y protección del pais.
En la sesión, cuyos trabajos fueron iniciados por el presidente del Consejo de Seguridad, el ruso Vassily Nebenzia, se conocerá una propuesta sobre el tema a iniciativa de la delegación dominicana.
El canciller Álvarez planteó en nombre del Gobierno dominicano posición del país sobre los niveles alarmantes de inseguridad que afectan a la población haitiana a la vez que amenazan la seguridad nacional de República Dominicana.
Se recuerda que, durante su intervención en la reunión anterior del Consejo de Seguridad, realizada en enero de este año, Álvarez destacó que el Gobierno dominicano está obligado a tomar las medidas necesarias para frenar el impacto que la violencia y el deterioro institucional de Haití pueda tener sobre su territorio.
En sesión de este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aborda en su reunión trimestral la situación en Haití ante los alarmantes niveles de violencia registrados en ese país insular del Caribe.
El debate en ese ese órgano de las Naciones Unidas se producirá un día después del reporte de otra serie de episodios letales, entre ellos el linchamiento en Puerto Príncipe, la capital, de 13 personas a las que señalaban como supuestos delincuentes.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en inglés) solo en la capitalina comuna de Cité Soleil los choques entre pandillas rivales dejaron del 14 al 19 de abril al menos 70 muertos, incluidas 18 mujeres y dos niños.
En un reciente informe, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que «con el elevado número de muertes y el aumento de las zonas bajo control de bandas armadas, la inseguridad en la capital ha alcanzado niveles comparables a los de países en conflicto armado».
Haití sufre “una de las peores crisis de derechos humanos en décadas y una grave emergencia humanitaria”, dijo Guterres, quien reiteró «la necesidad urgente de desplegar una fuerza armada internacional especializada» en esa nación.
En octubre pasado el gobierno haitiano solicitó el despliegue de tropas internacionales para controlar a los grupos armados que paralizaban la distribución de combustible y cuyos enfrentamientos provocaron la muerte de miles de civiles y el desplazamiento de cientos de miles de personas en 2022.
La crisis múltiple que vive el país se agudizó tras el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021.
Rusia asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU a pesar de las exhortaciones que Ucrania hizo al resto de miembros para bloquear la medida.
Cada uno de los 15 países que forman parte del consejo asume la presidencia durante un mes según un patrón de rotación.
