Los exsoviéticos y los chinos siguen atrayendo naciones a sus orbitas político comercial, Honduras es la más reciente adquisición, con los Estados Unidos está sucediendo exactamente lo opuesto.
Pueblos tradicionalmente amigos de Washington, están alineándose a sus acérrimos enemigos, tal es el caso de Arabia Saudita con sus acercamientos a Rusia, China, Irán e Iraq. Al punto que acaban de firmar un acuerdo a través de la OPEP Organización de países Exportadores de Petróleo, liderado por los rusos para, contrario al pedimento del presidente Joe Biden, reducir su producción en dos millones de barriles diario. Además, la compañía petrolera saudí, Aramco firmó nuevos acuerdos de suministro con el gigante asiático y acaba de comprar una participación en una refinería de esta nación.
No está demás decir que todas esas transacciones comerciales se hacen en riales, yuanes, rublos y rupias, pues estas naciones han comenzado a sustituir el uso del inorgánico dólar americano en sus negocios internacionales.
Mientras tanto, Washington sigue enfocado en gastar miles de millones de dólares en la guerra de Ucrania y en expandir la OTAN añadiendo nuevos países, principalmente si estos están situados en las fronteras rusas como es el caso de Finlandia, quien acaba de ser aprobada su membresía convirtiéndose en el país número 31.
La administración Biden continúa con una visión política Hipermetrópica, divisando lo que está muy lejano, pero con gran dificultad para ver en su entorno.
Que distinto fuera si los Estados Unidos de América, en vez de estar buscando camorras por todas partes, copiaran lo que hicieron los países europeos y se enfocaran en crear la Unión Americana.
Un poderoso bloque de países desde Alaska en el norte hasta la Patagonia en el sur y de Barbados en el oriente Atlántico a Hawái en el Occidente Pacifico. Tendríamos, por llamarlo de alguna manera, un super país.
Un continente de 43.000,000 de kilómetros cuadrados, dos veces y media el tamaño de Rusia, por encima de 1000 millones de habitantes con una edad promedio de 33 años, menos viejos que los europeos. Un territorio que toca cuatro de los océanos del globo. Donde convergen 2 de los 4 mayores rios del mundo incluyendo el Amazonas el más largo y caudaloso el cual contiene la quinta parte de toda el agua dulce del planeta. Poseemos ubérrimas tierras.
En Venezuela Tenemos la mayor reserva de petróleo. Las de Litio en Bolivia. Las de Cobre en Chile. Plata en México, En fin, no tendríamos la necesidad de buscar nada en ninguna otra parte del mundo. Nos convertiríamos en el territorio o país envidia del universo.
Esto de la Unión Americana no es una idea nueva. Ha sido el sueño de Duarte, Martí, Bolívar, Sucre. Monroe. De todos los grandes pensadores americanos.
En los últimos años, se han hecho algunos aislados esfuerzos como son el North América Free Trade Agreement, NAFTA, El Mercado Común suramericano MERCOSUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños CELAC, aunque esta última deja fuera a Canadá y Estados Unidos, los dos países más grandes y desarrollados del continente. Algo en lo que no estamos de acuerdo.
Debemos formar un equipo de cancilleres americanos que busquen los puntos coincidentes en cada una de esas tres propuestas y que trabajen en la unificación del continente, con una sola moneda. Un sistema de visado común tipo Schengen. Iguales reglas comerciales e impuestos en todo el territorio y las mismas oportunidades. Esto eliminaría el problema de las inequidades y por ende las migraciones ilegales. Canadá y los Estados Unidos son dos perfectos ejemplos.
Como dominicanos le echamos el reto a don Adriano Espaillat miembro de la cámara de representantes de los Estados Unidos de América. Comenzar este proyecto desde el congreso americano sería un gigantesco paso de avance ¡Adelante congresista! Vamos a hacer a América Grande, pero de verdad.