Santo Domingo, RD.- El coasesor especial sobre seguridad y protección del Ministerio de Interior y Policía, John Huvane, reveló que uno de los grandes problemas que tiene la República Dominicana en el combate contra el crimen son los cometidos por haitianos.
«Esto es uno de los grandes temas, yo creo. No son pandillas, son individuos, pero hay muchos crímenes que son cometidos por haitianos en República Dominicana», dijo Huvane.
Sin embargo, señaló que estos tipos de crímenes con más frecuencia ocurren entre haitianos. «Son de haitianos a haitianos y se detectan más en la frontera», reveló.
Huvane señaló que los delitos cometidos por haitianos destacan los que «entran a la República Dominicana para cometer crímenes; pero principalmente los hay entre migrantes que luego de cometer el crimen retornan a Haití para huir de las autoridades dominicanas».
Señaló que estos acontecimientos ocurren poco en las zonas lejanas a la frontera como Santo Domingo, pero en la medida que se acercan a la frontera, se ve un incremento de estos crímenes y la modalidad de escapar hacia Haití para evadir la Policía. A pesar de la situación explicada por Huvane, residentes en Dajabón describen una situación preocupante hacia los dominicanos.
En Dajabón, ocurren constantes hechos delictivos que están cometiendo en territorio dominicano ciudadanos haitianos. Uno de los casos que más ha trascendido sucedió el pasado sábado 24 de junio en horas de la tarde, cuando tres inmigrantes del vecino país trataron de despojar de sus pertenencias a una señora luego de penetrar, de manera violenta, a su residencia, ubicada en el barrio Benito Monción, de la referida ciudad fronteriza.
«Luego de cometer los crímenes, los migrantes huyen hacia Haití para evitar ser capturados por las autoridades»
«La respuesta que ellos (los militares dominicanos) dieron es que no están para perseguir ladrones, sino para evitar la entrada de ilegales», externó consternada Infante Espinal.
Nuris Estévez, de unos 60 años, narró cómo dos hombres escaparon luego de que irrumpieron, en la madrugada del martes 20 de junio, en un colmado de su propiedad, ubicado en el barrio El Matadero de Dajabón. «A eso de las tres de la mañana ellos pasaron del colmado a la habitación donde estábamos acostados, nos tiraron al suelo amenazando con matarnos para que le dieran dinero», señaló Estévez.
Ese martes 20 de junio fueron apresados varios ciudadanos del país vecino por miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), cuando intentaban cruzar la frontera, próximo al mercado binacional de Dajabón, varias horas después de atracar a los propietarios de un hotel ubicado en el centro de la ciudad fronteriza.
En poder de los detenidos las autoridades ocuparon un equipo de sonido.
No obstante, el dueño del negocio, Jorge Liriano, dice que los asaltantes también cargaron con dos millones de pesos de su propiedad, dos computadoras y una escopeta.
«Hay un video de una cámara de seguridad donde ellos se ven caminando con la escopeta y repartiéndose dinero», asegura Liriano.
Dijo esperar que, en el proceso de las investigaciones, el dinero y los demás objetos de valor sean recuperados. Esos hechos son cometidos por haitianos que residen en territorio dominicano, así como por vándalos que entran a Dajabón de manera clandestina desde el país vecino.
Según las denuncias, los malhechores también penetran a fincas a robar ganado. Históricamente, representantes de la Asociación de Ganaderas de Dajabón han expresado su preocupación por los robos de reses.
El alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, alertó a los organismos de inteligencia y armados que, en la ciudad haitiana de Juana Méndez, vecina de la República Dominicana, están operando bandas organizadas. Advirtió que deben ponerle atención a esa situación antes de que lleguen ramificaciones al país.
De su lado, el activista social Benigno Toribio Guzmán sugiere establecer controles en los sectores marginados de Dajabón, donde, según dice, «es que se establecen los haitianos que regularmente cometen todo tipo de fechorías».
“Los haitianos que viven aquí y los que vienen a realizar saqueos se esconden en las pensiones que están ubicadas en los barrios”, relata.