Madrid (EFE).- Mañana va a hacer un día típico de verano, o sea, va a hacer calor, y mucho, el esperable para un 23 de julio, que sí se distinguirá de otros por la cita con las urnas; para afrontar la canícula, los ayuntamientos han hecho acopio de agua y ventiladores para repartir en buena parte de los 22.500 colegios electorales.
Poco más se puede hacer, ya que el Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud que cada año activa el Ministerio de Sanidad entre mayo -aunque inicialmente lo hacía en junio- y septiembre no contempla ninguna medida específica para jornadas electorales.
Dicho plan sí que recomienda una serie de actuaciones cuando se superan determinados umbrales de temperatura, distintos en cada provincia, que van de los 26 grados en Asturias a los 41,5 en Córdoba; según el número de días en los que se rebase ese límite, se asigna un nivel de riesgo, cada uno de los cuales tiene vinculadas una serie de medidas.
Pero recién pasada la tercera ola de calor, breve pero intensa en buena parte de España, la Aemet prevé que mañana sea un día típico de verano con tiempo estable y sin apenas lluvias, con temperaturas normales para esta época, que es la más cálida del año, así que hará calor, pero no será necesaria la toma de medidas adicionales, que en todo caso corresponde decidir a las comunidades.
Los cálculos de la Aemet vaticinan más de 35 grados en el este, sur y centro del país y Baleares, entre 38 y 40 grados en La Mancha, Extremadura y Andalucía y más de 40 grados en áreas del Guadalquivir.
Tres capitales de provincia llegarán o superarán los 40 grados: Córdoba (41) Ciudad Real y Granada (40). En el otro extremo, Donostia, Coruña, Santander y Oviedo se quedarán en 24 de máxima.
Ante este escenario, son las juntas electorales de zona, dependientes de los municipios, las que deben garantizar espacios lo más frescos posibles, así que han sido los ayuntamientos los que se han apañado para buscar las mejores condiciones a los votantes y, sobre todo, a los miembros de las mesas, que son los que tendrán que pasarse allí la jornada.
En el norte, donde se esperan temperaturas muy suaves, no se han previsto medidas extraordinarias, y por ejemplo las juntas provinciales del País Vasco no han recibido recomendación alguna para paliar eventuales episodios de calor, ni tampoco Cantabria tiene pensado tomar decisión alguna.
Sin embargo, en zonas más cálidas como el Levante, el centro o el suroeste sí se ha procedido a pertrechar a los centros de votación de ventiladores, equipos de refrigeración portátil y depósitos de agua, como ha hecho Palma.
La Consejería de Salud balear reforzará además la Central de Coordinación del SAMU 061 y ofrece doce ambulancias para acompañar a personas con alguna discapacidad a votar de manera presencial.
En la Comunidad Valenciana, el Ayuntamiento de Torrent (Valencia) ha comprado 61 ventiladores para los colegios y ha encargado a la Brigada de Obras que reparta agua a lo largo de la jornada a todos los miembros de las mesas, además de organizar un dispositivo especial de Protección Civil y Cruz Roja que actuará en el caso de cualquier emergencia relacionada con las altas temperaturas.
Mientras que el de Madrid distribuirá los 2.700 ventiladores, dispensadores de agua y alargadores que ha adquirido la Delegación del Gobierno; otro municipio madrileño, el de San Sebastián de los Reyes, climatizará los centros y dará refrescos, desayuno y almuerzo a los miembros de las mesas electorales, Policía local y nacional, y otros agentes de la administración que deban estar presentes.
Barcelona ya tiene listos sus colegios, en los que, además de ventiladores, se suministrarán unos 18.000 botellines de agua (unos 9.000 litros) entre las personas que estén en las mesas electorales.
En Castilla y León, el Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid) ha invertido 3.000 euros en climatizar los colegios y aprovisionarles de agua para mañana; en Murcia, el de Lorca ha hecho acopio de botellines de agua y de ventiladores para garantizar las mejores condiciones posibles en los 46 colegios electorales del municipio.
Y en Castilla-La Mancha, Toledo ha optado por aparatos de aire acondicionado, hasta 67, en los colegios electorales que no disponen de sistemas de climatización; Albacete ha instalado 150 ventiladores en los 30 colegios que no disponen de medios para afrontar las altas temperaturas y repartirá 3.000 botellas de agua, mientras que Cuenca ha distribuido 60 aparatos, uno por cada mesa.
Ante la ausencia de climatización en los pabellones donde se han ubicado los colegios electorales, Huesca ha instalado una toma de luz para enchufar los ventiladores en cada una de las 68 mesas; en Zaragoza, la Delegación del Gobierno garantizará a los miembros de las mesas un litro y medio de agua fría por la mañana y la misma cantidad por la tarde, unos 8.000 litros en total.
En Andalucía, el Ayuntamiento de Córdoba sacó a licitación la instalación de más de 70 equipos de refrigeración en los centros de votación que no cuenten con la climatización adecuada y los partidos también tienen previsto la dotación para sus interventores y apoderados.
