SANO DOMINGO, RD.- Luego de sucesivas denuncias sobre la saturación y hacinamiento de las cárceles del país y a casi tres años de abandonado en su fase final, el gobierno retomo esta semana la terminación del Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras, ubicado en el municipio de Guerra, de la provincia Santo Domingo.
Para tales fines el ministerio de la Viviendas convoco a una licitación para la “conclusión de la construcción fase 1 (primera etapa) del Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras”.
El concurso, hecho por el departamento de licitaciones de la Unidad de Compra y Contrataciones del Ministerio de la Vivienda, esta registrado con el código MIVHED-CCC-LPN-2023-0010 y tiene fecha de este pasado viernes 3 de agosto.
La instalación, concebida desde un principio para albergar a los confinados en el Penal de La Victoria, tendría capacidad para 8,778 internos.
Después de que el Estado invirtiera más de RD$6,000 millones en su construcción, la obra permanece en completo abandono sin vigilancia entre otras carencias.
Arbustos, pastos, aceras y contenes sin mantenimiento a lo largo de los laterales de la calle de dos vías rellenas con un asfalto ya desvanecido, muestran el rumbo que conduce a la cárcel que fue inaugurada en el 2020 como parte del Plan de Humanización del Sistema Penitenciario que ejecutó la Procuraduría General de la República en la gestión del encarcelado procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez.
En mayo del año pasado, la procuradora general, Miriam Germán Brito, dijo que el hacinamiento de la cárcel de La Victoria “comenzará a resolverse cuando el Estado termine de readecuar el complejo carcelario”, denominado la “Nueva Victoria”, en referencia al de Las Parras.
En una ocasión, el actual coordinador de la Comisión por la Reestructuración del Sistema Educativo de la Policía Nacional, Roberto Santana, expresó que “el equipo técnico de la Procuraduría y el Gobierno eran los responsables de que la cárcel de Las Parras no esté funcionando”.
Santana dijo que el gobierno tenía “una visión equivocada, que cree que eso tiene que mantenerse cerrado hasta que se audite la última varilla”, manifestando que había en ese entonces edificios listos y no eran utilizados.
En la actualidad es evidente el abandono de los bloques, la pintura desgastada, verjas metálicas cubiertas de plantas adheridas, el campo de béisbol con quemaduras de fuego, matorrales en toda el área verde y algunas lagunas que bordean el área. La carretera que conduce al lugar también está en deterioro.
La capacidad del recinto carcelario incluye 112 celdas de observación, 80 de reflexión, 48 de máxima seguridad, 88 especiales para internos con movilidad reducida y 96 conyugales.
Además de otros cuatro edificios de comedores y cocinas, 30 edificios administrativos y 57 para alojamientos, espacios para ocho templos religiosos, un gimnasio, dos estadios de softball, 23 canchas de baloncesto, dos coliseos de boxeo, 11 economatos y 11 barberías.
