PUERTO PRINCIPE, HAITI.– Grupos revolucionarios, representantes de la comunidad y el Movimiento Social de Haití, enviaron una carta a los países que componen la Unión Africana, en la que dan a conocer su posición sobre la crisis del país y la posibilidad de una vez más ser vulnerada la soberanía con una intervención militar.
En su Carta abierta a los países hermanos de África, tierra de sus antepasados, en particular a los países de la Unión Africana (UA), las agrupaciones indican, que “Ninguno de los países de la tierra de nuestros antepasados (África) debe servir de caja de resonancia para las antiguas potencias coloniales, esclavistas, transformadas en potencias imperialistas y hoy comprometidas activamente en el proyecto criminal de desestabilización de Haití, de sabotaje sistemático de su soberanía, donde la ocupación estadounidense-ONU representa una etapa peligrosa”.
Al dirigirse a los Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de los hermanos países de África, expresan, que Nuestras, organizaciones haitianas signatarias, hemos recibido con asombro la sorprendente noticia de que un país hermano como Kenya ha aceptado dirigir contra Haití una fuerza de ocupación estadounidense-ONU disfrazada bajo el rótulo de “fuerza multinacional” para seguir engañando mejor a la opinión pública nacional e internacional, tratando así de ocultar el lado maquiavélico de esta iniciativa criminal.
"Cabe señalar que para preparar a la opinión pública nacional e internacional para la aceptación de esta felonía, se han movilizado bandas armadas a escala nacional con el objetivo de crear un caos total susceptible de justificar la ocupación estadounidense-ONU de nuestro país. Así, las bandas armadas están autorizadas para violar colectivamente a niñas y mujeres jóvenes, masacrar, secuestrar y aterrorizar a la población indefensa a diario."
Señalan querer llamar su atención sobre la participación de los Estados Unidos de América en el proceso de suministro de armas y municiones a las bandas que, sin problema alguno, siembran terror y muerte en Haití. Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC) publicado en marzo de 2023, las armas y municiones utilizadas por las pandillas provienen en particular de los Estados Unidos de América.
"La UNODC, en este mismo informe, ha confirmado un incremento en el tráfico ilegal de armas, principalmente desde Estados Unidos hacia Haití, desde el Estado de Florida. ¿Cómo entender o esperar que Estados Unidos, teniendo una responsabilidad tan grande en la entrega de armas y municiones a las pandillas, pueda al mismo tiempo pretender ayudar a combatirlas de manera efectiva a través de una supuesta fuerza multinacional? ¿Paradojalmente qué interés tendría repentinamente Estados Unidos en combatirlas?".
Indican las organizaciones que sorprendentemente, a pesar de esta situación contradictoria, el gobierno de Kenya, en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, anunció que estaría listo para asumir el liderazgo de una fuerza multinacional y desplegar en Haití un contingente de 1.000 policías supuestamente destinado a ayudar a la formación de la policía haitiana para eventualmente restaurar la normalidad en Haití. Sólo espera un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, así como el acuerdo de las autoridades locales para iniciar su operación de despliegue. Incluso ya tiene, en su entusiasmo, planeado en las próximas semanas, según la Agencia France Presse, “el envío de una misión de evaluación dirigida por un equipo operativo de la Policía de Kenya”. ¿Qué operatividad es? ¿Qué conocimiento de la realidad sobre el terreno tendría un equipo de este tipo para llevar a cabo la evaluación de una situación que percibe a lo sumo sólo a través de informes sesgados escritos por agentes cómplices del Core Group?
Cabe subrayar que Kenya accedió apresuradamente a involucrarse en esta sospechosa aventura política luego de que Canadá y otros países tuvieran que, bajo la presión de una serie de ciudadanos informados, rechazar la solicitud de Estados Unidos de asumir el liderazgo de esta fuerza de ocupación que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres y el gobierno de los Estados Unidos quieren imponer por todos los medios, dice el documento.
Y en ese sentido se pregunta: ¿Se ha preguntado el gobierno de Kenya por qué Canadá y otros países se negaron, a pesar de la presión o las ventajas ofrecidas, a involucrarse en esta dudosa empresa criminal? ¿Se preguntó acerca de los objetivos reales de tal empresa? ¿Se ha tomado, como los demás países ya contactados al respecto, el tiempo necesario para reflexionar sobre la trascendencia política y las desastrosas consecuencias de tan sospechosa aventura? En un momento en que varios países de África comienzan a liberarse de las garras de Occidente o a desviarse de la lógica de las nocivas prácticas neocoloniales de Occidente, ¿puede Kenya permitirse, para mayor desgracia de Haití, contribuir al reforzamiento de prácticas tan perniciosas y desestabilizadoras?
¿Ha tratado el gobierno de Kenya de entender los objetivos ocultos y no reconocidos de tal empresa que va en contra de lo proclamado solemnemente en el Acta Constitutiva y la Carta de la Unión Africana (UA)?
De hecho, se menciona en el Artículo II de la Carta: “Los objetivos de la Organización son los siguientes: a) Fortalecer la unidad y la solidaridad de los Estados africanos; b) Coordinar e intensificar su cooperación y sus esfuerzos para brindar mejores condiciones de vida a los pueblos de África; c) Defender su soberanía, integridad territorial e independencia; d) Eliminar todas las formas de colonialismo de África; e) Fomentar la cooperación internacional, teniendo debidamente en cuenta la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos ». El Artículo III continúa: “Los Estados Miembros, en cumplimiento de los propósitos establecidos en el Artículo II, afirman solemnemente los siguientes principios: Igualdad soberana de todos los Estados Miembros; No injerencia en los asuntos internos de los Estados; Respeto a la soberanía e integridad territorial de cada Estado y su derecho inalienable a una existencia independiente»…..Continuará.