El mandatario Alejandro Giammattei indicó que no se registraron "problemas ni enfrentamientos" en los locales. En cambio, dos magistrados del Tribunal Supremo Electoral denunciaron amenazas.
Los centros de votación cerraron este domingo a las 18:00 en Guatemala, como estaba previsto por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), tras una jornada que transcurrió sin mayores incidentes, pero con denuncias de amenazas a altas autoridades.
Alrededor de 9,3 millones de personas estuvieron convocadas a sufragar en este balotaje presidencial entre la ex primera dama, Sandra Torres, de la Unidad Nacional para la Esperanza (UNE), y el académico Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla.
En todo el país comenzó el conteo de votos, que se realiza de forma pública. Minutos después del cierre de urnas, el TSE arrancó la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). Con el 85,89 % de las actas procesadas, Arévalo lidera el conteo, con 59,71 % de los votos (2.154.993); Torres, en tanto, cuenta con 35,6 % (1.284.983).
Tanto voceros del TSE como representantes de organizaciones encargadas de seguir el proceso, saludaron el desarrollo pacífico de la segunda vuelta.
El magistrado del TSE, Gabriel Aguilera, calificó como una "fiesta cívica democrática" la jornada en el país centroamericano. "Muestra de ello es que a nivel nacional no hemos tenido ningún foco de conflictividad", aseguró.
Por otro lado, el director de la plataforma Guatemala Visible, Salvador Paiz, afirmó hace unas horas que "en los centros de votación se respira ese aire de fiesta cívica, con los guatemaltecos comprometidos con el proceso democrático".
Entrevistado por el medio local Emisoras Unidas, Paiz puntualizó previo al cierre de urnas que "todo se desarrolla con mucho orden".
Arévalo votó en el Colegio la Patria de la zona 2 de la Ciudad de Guatemala e indicó que lo más importante es que nadie se quede sin ejercer su derecho al sufragio.
En una conferencia de prensa posterior expresó que tanto ella como la UNE quieren elecciones "transparentes, objetivas e imparciales".
En las últimas horas tanto la magistrada del TSE, Blanca Alfaro, como Aguilera, recibieron una serie de amenazas.
El mandatario de Guatemala, Alejandro Giammattei, indicó que "todos los reportes son positivos, no hay problemas ni enfrentamientos" en los locales de votación, pero confirmó las intimidaciones, que se enviaron por celular.
"Ha sido ubicado el lugar donde fue comprado el teléfono y es lo más que les puedo decir. Entendemos que la señora Alfaro va a presentar su renuncia y el Congreso tendrá que decidir si la acepta o no", declaró a medios locales.
En el caso de Aguilera, descartó que vaya a abandonar su rol en el TSE. "A nadie le gusta recibir ese tipo de mensajes pero la verdad es que nosotros tenemos también nuestras medidas de seguridad y estamos listos para cualquier eventualidad", sostuvo.
Mientras que la fiscal general de la República y jefa del Ministerio Público, María Consuelo Porras Argueta, señaló en conferencia de prensa que recibieron la denuncia de oficio y se investigará por el posible delito de amenazas.
Entretanto, notificó que ya solicitaron a las fuerzas de seguridad que "se le pueda brindar inmediatamente la protección debida" a la magistrada del TSE.
Porras Argueta, en compañía de otras autoridades, informó que al menos ocho personas fueron aprehendidas, cuatro por proselitismo, tres por obstrucción al colegio electoral y una por portación ilegal de armas de fuego.
Comunicó que se dieron 17 denuncias por diversos delitos, entre las cuales la más numerosa (cinco) fue coerción del elector.
Además, registraron 19 reportes de conflictividad, como compra de voto o propaganda política en los centros de votación.
En junio pasado, Torres se impuso con el 15 % de los apoyos y Arévalo logró acceder al balotaje con un 11 %. Los votos nulos fueron 17 %.