Milwaukee (EE.UU.) (EFE).- El primer debate de las primarias republicanas estadounidenses, en el que distintos candidatos empezarán a tantear su suerte para ver quién representa a su partido en las presidenciales de 2024, cuenta en Milwaukee con ocho participantes y un gran ausente: Donald Trump.
El expresidente (2017-2021), imputado penalmente en Nueva York, Florida, Washington DC y Georgia, anunció este pasado fin de semana que no iba a acudir porque la población ya sabe quién es y conoce también su “exitoso” mandato.
Estos son los ocho candidatos que pasaron la criba de tener como mínimo 40.000 donantes únicos, haber recabado el apoyo de al menos el 1 % de votantes en tres encuestas nacionales y haber prometido su apoyo al eventual nominado:
El gobernador de Florida era el principal rival de Trump incluso antes de confirmar su candidatura en mayo. Nacido hace 44 años en Jacksonville (Florida) en una familia italoestadounidense y licenciado en Yale, tuvo un perfil bajo en sus tres mandatos en la Cámara de Representantes y ganó peso nacional por su oposición férrea a las medidas implantadas contra la covid.
Desde que se alzó como gobernador en enero de 2019, ha convertido en una obsesión su lucha contra la cultura “woke”, la de lo políticamente correcto, con un combate abierto contra los derechos LGTBQ y polémicas leyes como la “No digas gay”, que prohíbe a los maestros hablar a los alumnos más pequeños sobre orientación sexual e identidad de género.
Pence sirvió como vicepresidente de Trump en todo su mandato. Se mantuvo leal al entonces mandatario hasta un día clave que ha definido su trayectoria posterior: el 6 de enero de 2021.
En aquella jornada, cuando se produjo el ataque al Capitolio estadounidense, Pence se negó a tratar de impedir que el Congreso certificara la victoria del demócrata Joe Biden.
Ramaswamy es el más joven de los candidatos, a sus 38 años. También es el segundo más rico, según los cálculos de la revista Forbes. Su fortuna se eleva a unos 1.000 millones de dólares, 1.500 menos que el expresidente.
Las finanzas y la biotecnología auparon su ascenso económico e irrumpe en la arena política con propuestas como elevar la edad de voto de los 18 a los 25 años y un escepticismo claro sobre el calentamiento, que tacha de “culto religioso” al movimiento climático.
El único afroamericano en la contienda, senador de Carolina del Sur, es el segundo hijo de una madre soltera y nieto de un trabajador de los campos de algodón del “profundo” sur estadounidense.
Muy religioso, defiende que Estados Unidos no es un país racista porque en ningún otro podría haber alcanzado su estatus actual y, como republicano moderado y tradicional, sus políticas se alinean con las creencias básicas de ese movimiento: desconfianza en el Gobierno, deseo de ser autosuficiente y devoción por valores sociales conservadores.
El exgobernador de Nueva Jersey (2010-2018), abogado, ex fiscal federal e hijo de un veterano de la guerra de Corea, ya concurrió a las primarias conservadoras de 2016 y llegó a sonar como favorito, pero su popularidad cayó por el llamado “Bridgegate”, un caso de corrupción y fraude que afectó a dos de sus ayudantes.
Encabezó brevemente el equipo de transición de Trump en 2016 y en 2020 le dio su apoyo. Pero desde el ataque del Capitolio pasó a ser una de sus voces más críticas: “Resulta que me equivoqué. No pude hacer de él un mejor candidato y tampoco un mejor presidente, y me decepcionó”, ha dicho.
El exgobernador de Arkansas (2015-2023) también retiró su antiguo apoyo a Trump después de que el expresidente mintiera al afirmar que había habido fraude electoral en 2020 y fue uno de los pocos de su partido que se atrevió a decir que debería abandonar sus aspiraciones presidenciales tras sus imputaciones.
Abogado durante 21 años, empresario y político, ejerció como administrador de la Administración de Control de Drogas (DEA) de 2001 a 2003, bajo el mandato de George W. Bush, y también como subsecretario de Seguridad en el Transporte y la Frontera.
La que fuera gobernadora de Carolina del Sur (2011-2017) y embajadora de Estados Unidos ante la ONU (2017-2018) es la única mujer que aspira a enfrentarse al demócrata Joe Biden en 2024: “Creo que los estadounidenses están preparados para cambiar la historia”, ha dicho.
De orígenes indios, fue la primera republicana en dar el paso de postularse como alternativa a Trump. Maneja un estilo directo que no duda en tachar a China de enemigo del país y no esconde que entre sus figuras políticas de referencia está la ex primera dama y ex secretaria de Estado demócrata Hillary Clinton.
El gobernador de Dakota del Norte, al que desde la oposición demócrata se le ha llegado a tildar como “el tipo más normal” de las primarias republicanas, se alzó con el poder en su estado en diciembre de 2016 tras una larga carrera empresarial.
Como ya hizo en su momento para entrar en política, ha vuelto a utilizar su propio dinero. Esta vez para superar los requisitos del primer debate republicano, ofreciendo 20 dólares a quienes aportaran al menos uno a su campaña.