Santo Domingo RD (Andrés Díaz).– “La Lupe era una cosa increíble”, dice Juan Moreno-Velázquez, profesor universitario y autor de la aclamada biografía Desmitificación de una diva: La verdad sobre La Lupe.
“Tenía una de las mejores voces y la habilidad de interpretar cualquier género musical”.
“De la noche a la mañana, se transformó en una tormenta de pasión para el público cubano”, explica Moreno-Velázquez.
“Sobre la tarima, La Lupe se arrancaba la peluca, atacaba al pianista y tiraba sus joyas a la gente. Esa locura era parte de su ritual”.
“A La Lupe la ayudó mucho esa época, la época de los Beatles”, dice Moreno-Velázquez. “Como parte de la nueva ola, ese momento trajo una influencia americana a nuestra música, que se hizo escuchar en el boogaloo”.
Lamentablemente, La Lupe no supo aprovechar su éxito. Un segundo matrimonio fallido, su involucramiento en la santería y la pésima administración de su fortuna la dejaron en la bancarrota.
A fines de los 80, se convirtió al cristianismo y grabó discos de música religiosa.
Falleció en el Bronx, Nueva York, de un ataque al corazón en 1992. Tenía 52 años.
“La Lupe murió predicando, y era muy feliz haciendo eso”, concluye Moreno-Velázquez. “Sufrió mucho, pero no murió con esa penuria. Que la gente no tenga dudas: La Lupe murió feliz”. Comparto con ustedes estas fotos de "la Lupe" en la tierra que la vio nacer; Cuba.Año 1961