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Empresa Balèria retoma su plan de unir por ferry regular Puerto Rico y la República Dominicana. Adolfo Utor contempla recuperar además el proyecto de establecer la conexión marítima entre Miami y La Habana
"Con Trump o sin Trump”, el presidente de la naviera valenciana Baleària, Adolfo Utor, confía en que la expansión que su compañía prevé continuar en el Caribe le permita culminar una vieja aspiración que la coyuntura política norteamericana aconsejó aplazar en su día: la puesta en marcha de una línea regular de ferry que una la capital de Cuba, La Habana, con Miami, lo cual constituiría sin duda un hito histórico y un gran éxito empresarial, dados los estrechos lazos existentes entre ambos lugares.
Así lo aseguró ayer Utor en el trascurso de una entrevista celebrada en los estudios de la televisión autonómica À Punt, donde avanzó otro proyecto también muy ambicioso que tiene más visos de convertirse en realidad en un plazo más corto, la unión por línea regular marítima de Puerto Rico y la República Dominicana. El empresario dianense explicó que “los huracanes y el Covid” frustraron el primer intento de establecer esa conexión, pero aseguró que la marcha actual de la empresa le permite afrontar ese y otros planes de expansión futura.
Baleària está presente en el Caribe desde 2011, cuando se puso en marcha la ruta que une Fort Lauderdale (Florida) con Freeport (Gran Bahama). En la actualidad, la naviera continúa operando ese trayecto y ha añadido otro que une el puerto estadounidense con la isla de Bimini, también en las Bahamas, ambos mediante fast ferry. Las circunstancias, una vez recobrada la normalidad en todas las líneas operativas, permiten a la compañía avanzar las gestiones destinadas a establecer nuevas rutas.
“El covid y la pandemia nos han hecho replantearnos un poco todo, echar un poquito el freno, pero no demasiado”, explicó ayer Utor, “porque las nuevas construcciones han continuado: este año salió el Cap de Barbaria, un barco eléctrico, entre Ibiza y Formentera; en el año 20 entró en servicio el Eleanor Roosevelt, coincidiendo con la pandemia, tenemos el Margarita Salas construyéndose ahora en Gijón, un barco gemelo del Eleanor Roosevelt, que va incluso a mejorarlo, y tenemos proyectos de inversiones para nuevas construcciones en la flota del Estrecho, y para seguir creciendo también”.
“Nos va muy bien ahora en Bahamas, con los Estados Unidos”, añadió el presidente de la naviera. “Lo pasamos mal durante algún tiempo, no solo por la pandemia, sino que nos enfrentamos a los huracanes, que allí son frecuentes y a los que de alguna manera nos hemos acostumbrado.”
Además de reemprender el proyecto entre República Dominicana y Puerto Rico, Utor recordó que “antes de la llegada de Trump a la Presidencia tuvimos en su momento la oportunidad de iniciar la línea entre Miami y La Habana, y eso es algo que posiblemente pueda reverdecer ahora, en otras circunstancias, con Trump o sin Trump”.
En cualquier caso, “la verdad es que nuestro proyecto está muy enfocado ahora al Caribe. Allí está todo por hacer, no hay líneas regulares de ferries, nos va bien y estamos muy contentos con cómo ha ido este año la conexión entre La Florida y Bahamas, y tenemos proyectos de desarrollo allí”.
El otro polo de expansión internacional de Baleària es el norte de África, donde además de las líneas existentes con Marruecos y Argelia, -pese a las dificultades actuales con este país, donde la naviera vio reducidas sus conexiones desde València de cuatro a un semanal, y tiene problemas para recuperar fondos debido a la tensa situación política- la compañía estudia la posibilidad de establecer conexiones con otros países, como Túnez e incluso Libia.
“Son territorios a desarrollar dentro de una concepción de relaciones norte-sur y desde un planteamiento europeo”, respondiendo a fenómenos como la localización de firmas que dejan Asia para establecerse en el norte de Äfrica. Fuente: https://www.lavanguardia.com/
