Al menos ocho personas murieron como consecuencia del ataque israelí contra la iglesia ortodoxa más antigua del enclave palestino.
Se informa que la iglesia resultó gravemente dañada, mientras que el edificio del consejo administrativo del templo, que albergaba a varias familias palestinas, tanto cristianas como musulmanas, que buscaban refugio allí, quedó destruido por completo.
El Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén condenó enérgicamente el bombardeo. En una declaración obtenida por Roya TV, asegura que los ataques a iglesias y a sus instituciones afiliadas, así como a refugios que proporcionan protección a ciudadanos inocentes, especialmente niños y mujeres, es un "crimen de guerra que no puede ignorarse".
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Según el medio, la iglesia está ubicada a pocos metros del hospital Al-Ahli, que este martes también fue blanco de un bombardeo aéreo que dejó al menos 471 muertos y miles de heridos.