Los abogados están desesperados. Sus oficinas funcionan con lentitud, cuando no paradas, debido a la disfunción que vive la justicia haitiana desde hace varios años.
Las pandillas han ocupado el juzgado desde mediados de junio y la mayoría de los tribunales no funcionan.
Como resultado, los clientes son cada vez más escasos y “esta situación está obligando a muchos despachos de abogados a cerrar sus puertas”. Esto es lo que revela Patrick Laurent, abogado senior muy conocido en el sector.
Según un informe confidencial presentado por AyiboPost, durante el período comprendido entre octubre de 2016 y septiembre de 2020, los tribunales del país operaron solo durante 205 días. Este documento, financiado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), es resultado de un estudio realizado por la Federación de Abogados de Haití (FBH) sobre el ejercicio de la profesión jurídica en las diez ocho jurisdicciones del país durante el período. 2016 a 2020.
El informe señala durante este período una importante parálisis de los tribunales debido, en particular, a las huelgas recurrentes de los actores del sistema judicial.
“Desde hace casi cuatro años, no se organiza ninguna sesión penal en la jurisdicción de Puerto Príncipe”, analiza Patrick Laurent, director del bufete de abogados Patrick Laurent et Associés.
El veredicto es preocupante. "Estamos en un sistema judicial donde el Tribunal Supremo no existe", afirma Laurent, que se refiere a la disfunción del Tribunal de Casación. “No es posible apelar en este momento. Esta situación constituye una violación al derecho de acceso a la justicia y a la defensa. »
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Según las entrevistas realizadas por AyiboPost, los bufetes de abogados ahora están reduciendo tanto su personal como su número de horas de funcionamiento.
Este es el caso, por ejemplo, de la empresa Rose-Berthe Augustin, situada en la jurisdicción de Puerto Príncipe. “Estoy reduciendo mis gastos y estoy reduciendo mi personal de trabajo”, indica el asesor del Colegio de Abogados de Puerto Príncipe.https://www.youtube.com/embed/KDh1EVwQpJc?feature=oembed
El bufete de abogados de Me Reynold Georges también sufre los golpes de la crisis sobre la institución. El abogado no despidió a sus empleados “por lástima”. “Aceptan cualquier cantidad que les dé como salario”, dice Reynold Georges.
El abogado se declara “desempleado” y se ve obligado a recurrir a sus reservas para cubrir sus necesidades.
Los abogados están utilizando otras estrategias para sobrevivir a la situación de parálisis en los tribunales.
“Algunos actualmente se dedican a otras actividades profesionales paralelas para mantenerse”, según Rose-Berthe Augustin. Otros trabajan actualmente en el servicio público, ejercen la docencia o se dedican a la consultoría. »
Los abogados principiantes se están trasladando a otros campos de estudio debido a la falta de rentabilidad de la industria. “Esta situación podría llevar a los jóvenes abogados a perder interés en la profesión”, afirma Patrick Laurent.
La oficina de Patrick Laurent trabaja actualmente en casos comerciales, fácilmente manejables por el tribunal arbitral. “Ya habría cerrado mi despacho si tuviera empleados asalariados”, advierte el abogado que dice referirse a sus compañeros como “colaboradores”.
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Otras empresas se las arreglan gracias a una elección estratégica deliberada.
“No nos afecta como a todos los demás despachos porque hemos priorizado el aspecto del derecho internacional”, subraya la abogada Élisabeth Lafontant. En nuestra firma registramos empresas, hacemos seguimiento a ONGs. Redactamos contratos y brindamos consultas en materia de derecho laboral. »
Me Lafontant destaca también que la facturación de la empresa ha disminuido un 40%. La profesional del Derecho augura un futuro sombrío para su negocio. “No podremos resistir si la situación sigue así ya que la mayoría de nuestros clientes están abandonando el país. »
El despacho Advocatus Law, que apenas tiene dos años de existencia en el rubro, pero intenta resistir a pesar de todo. “Apenas podemos pagar el alquiler y una secretaria”, afirma Arnel Rémy, director de la empresa.
Algunos bufetes de abogados han tenido que abandonar determinadas zonas para escapar de los elevados costes de los alquileres, añade la abogada Rose-Berthe Augustin. Quienes cierran permanentemente su consulta abandonan el país, confiesa.
El inicio de octubre de 2022 marca el inicio del año judicial. Sin embargo, el Tribunal de Casación no tiene presidente. Marthel Jean-Claude, presidente de la Asociación Profesional de Magistrados (APM), cree que no habrá una ceremonia solemne para este inicio del curso escolar.
“Ningún magistrado puede pretender tener antecedentes. Estamos en un período de vacaciones relativamente interminable. Estamos cansados”, afirma el magistrado que recomienda la reubicación del juzgado de primera instancia a un espacio mucho más adecuado para empezar a corregir esta situación de disfunción de la justicia. Fuente Ayibopost