ISRAEL.– ’El objetivo del ejército israelí es claramente destruir a Hamas y que no resurja de sus cenizas', dijo a RFI Peer de Jong, ex coronel de la Infantería de Marina de Francia y vicepresidente del Instituto de Formación Themiis. 'La conmoción del 7 de octubre fue tal que el ejército israelí está hoy especialmente motivado para entrar en Gaza', subraya.
RFI: Los ataques del ejército israelí en la Franja de Gaza son incesantes y los llamados a un cese el fuego, infructuosos. ¿Hacia dónde se dirige este conflicto?
Vamos a asistir a una especie de guerra total, algo totalmente inusual para los israelíes, que solían ser expertos en guerras muy cortas. Ahora nos dirigimos, en cambio, a una guerra que va a ser larga, como ha dicho el primer ministro israelí. Es una guerra que va a ser también destructiva.
RFI. El ejército israelí anunció que había atacado más de 450 objetivos militares de Hamás la víspera. ¿Qué estrategia cree usted que ha adoptado el ejército israelí?
Los imperativos para Tsahal son, primero, preservar o liberar a los rehenes lo antes posible. El segundo es preservar el número de sus efectivos. Se están poniendo en marcha tres fases. La primera es la fase de destrucción, que está casi terminada. La segunda es la fase operativa, que comenzó anteayer. Luego habrá una fase de reconstrucción. Y en esta fase de explotación, podemos ver que los modos de acción del Tsahal no son los habituales o lineales, como los que vemos entre Ucrania y Rusia. Son modos de acción que implicarán fuego de artillería o de apoyo extremadamente masivo. Lo que los estadounidenses llaman ‘bombardeo de alfombra’, destruirlo todo. Detrás de eso, utilizarán sondas e incursiones blindadas para destruir cualquier resistencia residual o posiblemente para liberar rehenes, si lo consiguen.
RFI. Del mismo modo que Israel fue sorprendido el 7 de octubre, ¿podría el ejército ser sorprendido hoy sobre el terreno?Creo que no porque está claro que durante las últimas tres semanas se han estado tomando todas las medidas necesarias. Hay un tipo de guerra de inteligencia que es extremadamente poderosa. No creo que puedan ser sorprendidos. Creo que la conmoción del 7 de octubre fue tal que hoy el ejército israelí también está especialmente motivado para entrar en Gaza. Así que creo que es casi un shock ideológico. En cualquier caso, es un choque destinado a destruir definitivamente a Hamás, que es una organización terrorista, no lo olvidemos: tomaron 229 rehenes, entre ellos un bebé. Así que esto es realmente un modelo de supervivencia para los israelíes. El objetivo es claramente destruir a Hamás e impedir que resurja de sus cenizas.
También está la cuestión de la opinión israelí: las familias de los rehenes son cada vez más críticas. Ayer, el nombre de Benyamin Netanyahu fue abucheado durante una manifestación de estas familias, preocupadas por el riesgo de que la ofensiva supone para sus seres queridos. ¿Podría decaer el apoyo israelí a la ofensiva por esta cuestión?
Este es el mayor riesgo al que se enfrentan actualmente Netanyahu y su gobierno. Obviamente, habrá una enorme presión sobre este gobierno por parte de la opinión pública, pero también de la opinión pública de todo el mundo. Está claro que en los últimos días se ha producido un revuelo en el "mundo musulmán" destinado a ejercer presión no sólo sobre Israel, sino también sobre todos sus partidarios, incluidos Estados Unidos y Europa. Así que podemos ver que el problema es que existe una especie de contradicción entre la obligación y la necesidad de tener una guerra lo más corta posible, y el realismo de que esta guerra será larga, como ha anunciado el Primer Ministro israelí.
RFI. ¿Qué piensa del apoyo estadounidense? Porque Washington no quiere trazar una línea roja a Israel, pero, en la práctica, ¿hasta dónde puede llegar el Estado hebreo conservando este apoyo estadounidense, que imaginamos esencial?
Insisto en que son las víctimas civiles y la opinión pública mundial las que determinarán si Estados Unidos puede ayudar o no. Ahí está el quid del problema. No creo que haya límites, los estadounidenses, en todo caso, no han puesto límites. Todo el mundo tiene intereses. También está claro que el establecimiento de esta fuerza naval en el Mediterráneo, que es un enorme garrote, un enorme “big stick” [gran garrote] como se suele decir, listo para intervenir contra Hezbolá o contra Irán. Está claro que Irán está haciendo un servicio mínimo.El único país que es extremadamente proactivo en este momento es Turquía. Ese país sí está mostrando una especie de agresión verbal hacia Israel que es extremadamente fuerte. Pero en cuanto a los demás, nadie se mueve, porque el "gran garrote" estadounidense está ahí. Después, veremos hasta dónde llega todo esto. Creo que el aspecto que determinará la transformación de la opinión pública son las víctimas civiles y la reacciones con respecto a la operación militar israelí.