Santo domingo, RD.- Desde su llegada al Poder en agosto del 2020, el presidente Luis Abinader ha mantenido una activa ofensiva diplomática focalizada en fortalecer el posicionamiento y respeto de la República Dominicana en la comunidad internacional.
Y. mas que todo, para enfrentar y defender posiciones dominicanas frente a situaciones conflictivas, como la recurrente crisis haitiana, donde tuvo que batallar con aliados y adversarios eternos en sus objetivos de alcanzar una decisión frente a la crisis de esa nación. Y lo logro. Porque el Consejo de Seguridad de la ONU acogió luego de largas inercias, su propuesta de una fuerza internacional para ayudar a pacificar a ese país en medio de trágicos acontecimientos.
Aunque su agenda en Estados Unidos, que incluye una reunión bilateral con el presidente Joe Biden, el presidente dominicano lleva bajo la manga otros temas pendientes con la nación norteamericana.
Un tema crucial tiene que ver con la decisión norteamericana de impedir la entrada, a partir del 2025, de arroz de Estados Unidos con arancel cero contemplado en el acuerdo DR-CAFTA.
También esta el caso del Central Romana, donde Estados Unidos prohibió la entrada de azúcar producida por esa empresa Central Romana.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) indica que, a partir del 23 de noviembre de 2022, en todos los puertos de entrada de los Estados Unidos se retendrá el azúcar en bruto y los productos a base de azúcar producidos por el Central Romana.
Asimismo, Estados Unidos busca tener una relación aérea abierta con sus socios y, dentro de lo posible, establecer acuerdos favorables a la competencia que permitan a los transportistas aéreos ofrecer una variedad de servicios adaptados a las necesidades de sus pasajeros sin restricciones en el número de vuelos o destinos.
Bajo un acuerdo de Cielos Abiertos, las aerolíneas pueden ofrecer servicios aéreos más asequibles, convenientes y eficientes a los consumidores al minimizar las limitaciones en las decisiones de las aerolíneas sobre rutas, número de vuelos y alianzas entre aerolíneas. Estos modernos acuerdos de aviación favorecen al consumidor, a la expansión y la competencia y permiten un mayor número de vuelos internacionales de pasajeros y de carga entre nuestros dos países.
Con un acuerdo de Cielos Abiertos con los Estados Unidos, las aerolíneas dominicanas ya no tendrían restricciones en cuanto a los lugares a los que pueden volar en los Estados Unidos y los viajeros dominicanos podrían disfrutar de nuevas opciones de vuelo, tarifas más bajas y un mejor servicio entre más aerolíneas en el mercado.
Esta flexibilidad permitiría a las aerolíneas responder mejor al mercado y servir a los destinos que los viajeros demandan. Los viajeros dominicanos podrían volar sin escalas a más destinos estadounidenses más allá de las rutas típicas de Nueva York y Florida, incluyendo ciudades estadounidenses menos frecuentadas que también albergan grandes comunidades dominicanas.
Del mismo modo, los viajeros estadounidenses podrían beneficiarse de más opciones sin escalas a la República Dominicana, en lugar de preocuparse por las largas conexiones en otros aeropuertos, pasar más tiempo con sus familias, disfrutar de la belleza de este país e impulsar los ingresos del turismo aquí en la República Dominicana.