Santo Domingo.-Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), que ha logrado una nueva renegociación con el Gobierno dominicano que le permitirá seguir administrado, operando y explotando comercialmente seis aeropuertos internacionales hasta 2060, ha confrontado problemas para cumplir el contrato original firmado en 1999 y fue la primera empresa en lograr del Estado un “peaje sombra” o compensación económica alegando que no llegaron los pasajeros proyectados.
El contrato original se firmó el 7 de julio de 1999 con una duración de 20 años y lo rubricó a nombre del Gobierno dominicano el secretario de Obras Públicas y Comunicaciones para la fecha, Diandino Peña y solo comprendía los aeropuertos Internacional de las Américas (IALA), Gregorio Luperón de Puerto Plata, María Montes de Barahona y el Arroyo Barril de Samaná, los cuales recibió el 1 de abril de 2000, después que fuera aprobado por el Congreso Nacional el 30 de diciembre del año anterior.
Aerodom, que para la licitación lanzada en 1998 participó aliada a la operadora canadiense de aeropuertos internacionales Vancouver Aiport Services (YVRAS), se comprometió a realizar inversiones por US$119 millones en esos aeropuertos y la construcción del Presidente Juan Bosch o del Catey, en Samaná, pero no cumplió.
Las ventajas de Aerodom comenzaron logrando una adenda al contrato apenas tres meses y 15 días de haberlo firmado y antes de que el Senado de la República lo refrendara.
Lo del “peaje sombra” ocurrió en 2001, cuando reclamó al gobierno encabezado por Hipólito Mejía la aplicación de medidas compensatorias para alcanzar el “equilibrio económico”, alegando que no habían llegado al país por los aeropuertos concesionados la cantidad de pasajeros previstos, como lo establecía el artículo 11 del contrato.
Entre los beneficios logrado figuraban la exención total del pago de impuestos, así como retener el cargo de US$1.30 por cada pasajeros que entrara o saliera por esas terminales y los pagos de las aerolíneas por el uso de rampas, espacios, pistas y parqueos, entre otros.
Además la extensión del contrato por otros cinco años, así como la entrega de los aeropuertos internacionales El Higüero en Santo Domingo Norte, en fase de terminación y el Catey en Samaná, el cual debía construir con los US$119 millones que se comprometió a invertir y que no hizo, alegando que El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no le había otorgado el préstamo previsto para ello.
Para que construyera el aeropuerto El Catey, en Samaná, se le permitió quedarse con la totalidad del cobro de los 1.30 dólares que debían pagar los viajeros.
Pero tampoco cumplió y en 2004, el 8 de marzo, volvió a lograr un nuevo adendum, que esta vez lo firmó Miguel Vargas Maldonado, secretario de Obras Públicas y Comunicaciones.
En septiembre de 2008 el Grupo Hazoury, Vancouver Airport Services y los otros inversionistas locales, propietarios de Aerodom o Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI, venden el 100% de sus acciones a Advent International, firma global de capital privado.
No se reveló el monto de la transacción, ni tampoco se informó previo al Gobierno dominicano de la misma. Lo que se dijo que para la fecha ya Aerodom estaba confrontando problemas económicos nuevamente, pese a tener ya seis aeropuertos internacionales y no haber realizado las inversiones acordadas.
En 2011 sale a flote el descuido de Aerodom en los aeropuertos, especialmente en el AILA, que es la principal terminal del país. Entre lo que se aseguraba estaba el deterioro por falta de mantenimiento, inseguridad y otros problemas, que llevaron a las autoridades a realizar una investigación, a solicitud del senador por Elías Piña, Adriano Sánchez Roa.
También se le acusa de haber seguido cobrando la tasa del US$1.30 dólares después de haber vencido el tiempo estipulado de “equilibrio económico” o “peaje sombra”. La misma empresa publicó en su revisa institucional, que movía para 2008 4.3 millones de pasajeros y registraba un promedio mensual de más de 3.300 operaciones, entre vuelos regulares, chárteres, carga, aviación general y vuelos domésticos.
En septiembre de 2013 y bajo la investigación, Aerodom dio otro palo sin consultar al Gobierno dominicano, que la emisión de bonos por US$550 millones, por lo que se habló de revisar y rescindir el contrato, pero finalmente sus ejecutivos fueron al Senado de la República y consiguieron apagar el fuego.
En diciembre de 2015 Advent Internacional vende la concesión en los aeropuertos dominicanos a la firma francesa Vinci Aiport, lo que trajo un nuevo escándalo porque aparentemente tampoco informaron al Gobierno dominicano de las negociaciones, lo que provoca que en 2017 mediante el decreto 327-17 se retornara al Departamento Aeroportuario la tasa de US$1.30 dólares.
Cabe destacar que Aerodom le ofreció al presidente Danilo Medina construir hoteles en el Aeropuerto Internacional Las Américas y hacer otras inversiones por casi 500 millones de dólares si le extendía a 38 años la concesión, pero el gobierno lo rechazó.
El martes por la noche, el presidente Luis Abinader anunció en alocución nacional que había logrado renegociar con Aerodom el contrato de concesión de los aeropuertos estatales, que vencía en 2030 para extenderlo hasta 2060.
A cambio, dijo el mandatario, que Aerodom se comprometía a pagar por el tiempo de la extensión alrededor de US$2,060 millones y a entregar un avance de US$715 millones en un período de seis meses.