En medio de la crisis política en Perú, la población retomó la marcha nacional para exigir un anticipo de comicios.
PERU.- La presidenta peruana Dina Boluarte alcanzó este jueves su primer año de gestión y en las calles la respuesta ha sido de rechazo, en una nueva jornada de manifestaciones en varias regiones de la nación andina en la cual han exigido su renuncia y un adelanto electoral.
Unas demandas a las cuales se ha sumado el desprecio por la liberación del exmandatario de Perú, Alberto Fujimori, ocurrida en la víspera, y el escándalo destapado la semana pasada, que implica a la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, como presunta líder de una red criminal.
En la ciudad de Juliaca, departamento de Puno, uno de los más combativos en este año y fronterizo con Bolivia, organizaciones sociales se movilizaron en la Plaza de Armas con banderas whipala y retratos de personas fallecidas en la zona durante protestas antigubernamentales.
Para la noche del jueves se espera que aumente el flujo de personas, con una convocatoria para zonas como Cusco o Lima, donde varios colectivos han llamado a la población a rechazar la salida Fujimori de la cárcel.
"Solo con el compromiso activo de la gente en las calles, el Perú logrará renovar a sus dirigentes, meter presos a los delincuentes que nos gobiernan y labrarse un futuro de esperanza atendiendo a las urgentes necesidades", señaló Primero la Gente, uno de los nuevos partidos en Perú
Hasta el momento la prensa local ha reportado que las marchas han sido pacíficas y no se han registrado incidentes, en movilizaciones menos multitudinarias que las realizadas hace un año.
Previamente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recordó al Estado peruano "la importancia de garantizar el derecho a la protesta pacifica" y a los oficiales los instó a regirse por "principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad".