Ecuador.-La declaración formal de que Ecuador vive un "conflicto armado interno", tal como decretó el martes el presidente Daniel Noboa, ha evidenciado hasta qué punto los grupos criminales han extendido su poder y su presencia, palpable tanto en el sistema penitenciario como en las calles de algunas ciudades como Guayaquil, y que se ha traducido en niveles de homicidios sin precedentes históricos.
La inestabilidad política y económica de los últimos años ha terminado de convertir a Ecuador, considerado en su día como un diamante en bruto de América Latina, en el país más violento de toda la región. El año 2023 cerró con unas 7.600 muertes violentas, lo que equivale a una tasa de más de 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
La tasa se dispara en ciertas provincias y, de hecho, países como España recomiendan evitar los viajes a las regiones de Guayas y Esmeraldas, consideradas el epicentro de la criminalidad. En el barrio de Nueva Prosperina, en Guayaquil, el índice de homicidios asciende a 114 muertes por cada 100.000 habitantes, según fuentes oficiales citadas por el diario 'El Universo'.
Sólo el martes, ocho personas murieron asesinadas en la ciudad de Guayaquil, según un balance de las autoridades locales.
El expresidente Guillermo Lasso decretó más de una decena de estados de excepción durante su breve mandato, en el que promovió operaciones policiales y militares en algunas de las principales cárceles del país, escenario de masacres y que permanecían virtualmente al margen del control del Estado, en beneficio de las bandas.
Ecuador, no en vano, es un país clave en la ruta del narcotráfico en Estados Unidos y en los últimos años los grupos locales han estrechado lazos con cárteles de países como México y Colombia, sin que las fuerzas de seguridad ecuatorianas hayan logrado encontrar la fórmula de contener su constante expansión.
LA FUGA DE 'FITO'
El domingo, las autoridades confirmaron la desaparición de la cárcel de uno de los grandes símbolos de esta red delincuencial. José Adolfo Macías Villamar, alias 'Fito', líder de Los Choneros y señalado como posible autor intelectual del asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavivencio, desapareció de una cárcel de Guayaquil antes de ser trasladado a otro centro de máxima seguridad.