El Índice Mundial de Contenedores, elaborado por la consultora Drewry, expresa las tarifas de fletes de contenedores para las ocho principales rutas comerciales globales. Las rutas vinculadas a Shanghái destacan en el índice, y es que el puerto de esta ciudad tiene un 94.2% del peso total debido a su volumen de comercio. No es para menos, dado que para 2022 China tuvo un valor de sus exportaciones de US$ 3,714.3 miles de millones lo que la convierte en la principal exportadora del mundo.
A raíz de los ataques por los hutíes contra barcos en el Mar Rojo, las principales navieras se han visto obligadas a redirigir sus cargueros, evitando el canal de Suez y optando por pasar por el Cabo de Buena Esperanza. Esta modificación conlleva un incremento tanto en el tiempo de travesía como en los costos de transporte. Cabe resaltar que el canal de Suez acoge aproximadamente 19,000 cargueros anuales, lo que representa un 11% del tráfico marítimo global.
Por otro lado, el canal de Panamá, vital para el comercio mundial con unos 14,000 cargueros anuales transitándolo, atraviesa una situación delicada, pero en este caso no de origen geopolítico sino climático. La escasez de agua en los lagos que alimentan el canal, producto de uno de los periodos más secos en la historia de Panamá, ha generado congestiones y aumentos significativos en los tiempos de tránsito.
Las empresas de transporte marítimo buscan rutas que minimicen tiempos y costos, sin embargo, debido a los eventos mencionados, se han visto obligadas a optar por rutas más caras, reflejando así un incremento en las tarifas de flete marítimo, tal y como se observa en el gráfico.
En el contexto dominicano, el 67.3% de sus exportaciones y el 89.2% de sus importaciones entre enero-septiembre de 2023 fueron por vía marítima. Esto significa que el país es altamente dependiente del transporte marítimo para su comercio exterior. El alza en el precio de los fletes implica un alza en los costos que las empresas deben afrontar. Los retrasos en los tiempos de tránsito también podrían acarrear problemas logísticos. Estos problemas llevarían a una potencial inflación en los precios de determinados bienes y servicios.