A la crisis de agua potable en la Republica de Haiti se suma el manejo inadecuado de la poca existencia de este vital liquido en las calles del empobrecido pueblo, asi lo relata el siguiente reportaje de Ayibopost, diario digital haitiano
Los supermercados y gasolineras en Haití almacenan contenedores de un galón de agua tratada al sol durante períodos de tiempo relativamente largos, lo que puede contribuir al deterioro de la calidad del agua o promover la degradación del plástico. Por tanto, esta práctica supone un riesgo para la salud humana, según dos químicos y dos directivos de empresas productoras de agua contactados por AyiboPost.
Expuesto continuamente a la luz solar, el plástico se degrada y se mezcla con el agua a niveles microscópicos.
Selon un rapport de l’Endocrine Society publié le 15 décembre 2020, les contenants en plastiques contiennent des produits qui peuvent perturber le système hormonal et provoquer le cancer, le diabète, des troubles de la reproduction et des déficiences neurologiques chez les fœtus et les enfants en desarrollo.
Otro estudio publicado el lunes 8 de enero de 2024 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences revela una subestimación de la cantidad de partículas de plástico presentes en el agua embotellada vendida en Estados Unidos.
Expuesto continuamente a la luz solar, el plástico se degrada y se mezcla con el agua a niveles microscópicos.
El estudio muestra que el agua embotellada -dependiendo de la calidad del envase- podría contener hasta 100 veces más partículas de plástico de lo estimado anteriormente, porque investigaciones anteriores solo consideraban microplásticos, o piezas de entre 1 y 5.000 micrómetros.
Según el estudio, una botella de agua típica de un litro contiene una media de unos 240.000 fragmentos de plástico. Los nanoplásticos que se encuentran en estos contenedores representan una mayor amenaza para la salud humana que los microplásticos porque son lo suficientemente pequeños como para penetrar las células humanas, ingresar al torrente sanguíneo e impactar en los órganos.
Estos nanoplásticos (de un micrómetro de largo, o una sexagésima parte del ancho de un cabello humano) pueden pasar a través de la placenta hasta el cuerpo de los fetos.
Contactada por AyiboPost, Marie Emmanuelle Lahens, química y directora del laboratorio de control de calidad de Caribbean Bottling Company (CBC), distribuidora de agua Culligan, reitera la necesidad de almacenar los galones de agua de la empresa "protegidos del sol, en un lugar fresco y seco". lugar.
La sociedad “Eau Alaska” también aconseja a sus distribuidores que no dejen los galones al sol, según Miché Saint-Jean, responsable de marketing y recogidas. Pero, a diferencia de Culligan, la empresa no pone la advertencia en la etiqueta de sus galones.
El ozono, un compuesto químico utilizado para desinfectar el agua y matar sus bacterias, se descompone naturalmente bajo una exposición prolongada a la luz solar. Esto reduce gradualmente su eficacia y con el tiempo provoca la proliferación de bacterias, haciendo que el agua sea menos limpia.
“Un galón o una botella de agua que contiene ozono puede permanecer hasta doce meses, dependiendo de la fecha de producción, sin producir bacterias”, analiza Marie Emmanuelle Lahens, de Culligan. “Pero”, continúa el químico, “si se deja una botella de agua al sol durante mucho tiempo, el ozono desaparecerá en el agua y el período de conservación disminuirá. »
La Federación Europea de Agua Embotellada, que representa a más de 600 productores, publicó en 2012 una guía que recomienda a los profesionales no almacenar sus productos al aire libre. Pero la estructura considera que el almacenamiento es aceptable si está cubierto, con film plástico y por un periodo “menos de 24 horas”. »
La empresa Alaska Water también aconseja a sus distribuidores no dejar galones al sol. Pero, a diferencia de Culligan, la empresa no pone la advertencia en la etiqueta de sus galones.
Los recursos del Departamento de Control de Calidad y Protección del Consumidor del Ministerio de Comercio son insuficientes para garantizar la supervisión del agua en los puntos de venta, según Willy Bien-Aimé, director del DCQPC.
En realidad, es toda la cadena de distribución del agua la que amenaza la salud de la población.
Según datos de 2016 del DCQPC, en el área metropolitana de Puerto Príncipe figuran unas cincuenta grandes y medianas empresas de tratamiento de agua y unos 90 quioscos de reventa de agua. El Estado haitiano casi no ejerce supervisión sobre este sector.
El último estudio realizado por la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento entre 2014 y 2015 en los diez departamentos del país muestra que el 68% de las 300 fuentes de agua utilizadas para abastecer a la población estaban contaminadas.
En el caso de pozos y aguas subterráneas, el 3% presenta características fisicoquímicas o químicas que pueden presentar riesgos para la salud.
Según otro informe del Banco Mundial publicado en 2018, para los servicios de agua y saneamiento en zonas urbanas, los servicios que brindan los Centros Técnicos de Aprovechamiento de Agua (CTE), que forman parte de la DINEPA, también son de mala calidad.
En Puerto Príncipe, por ejemplo, los clientes de CTE reciben servicios un promedio de 26 horas por semana, según el informe. En el 20% de los casos, las muestras de agua analizadas no cumplen con las normas oficiales.