La fuga de José Adolfo Macías Villamar, conocido como alias ‘Fito’, de la cárcel Regional de Guayaquil, ha generado preocupación, ya que se sospecha que el capo podría estar planeando ingresar a otros países o, incluso, que ya esté en otro territorio.
La unidad investigativa de El Tiempo conoció que este cabecilla estaría en Colombia, aunque las autoridades de Perú también han indicado que podría estar en el vecino país.
Por eso, oficiales de inteligencia de la Policía y del Ejército colombiano se encuentran en alerta ante la amenaza del cabecilla criminal alias Fito, que podría derivar en una ola de violencia como la desatada en Ecuador. Ante esta situación, el Ejército colombiano le confirmó a Blu Radio que ha desplegado un operativo especial: se movilizaron 180 militares en la frontera para determinar si el capo ecuatoriano ha cruzado el límite territorial.
Informes de inteligencia, conocidos por el diario citado, indican que ‘Fito’ podría contar con el apoyo de estructuras ilegales, como Oliver Sinisterra, la Segunda Marquetalia y el frente Carolina Ramírez, pertenecientes a grupos de las disidencias de las Farc.
‘Los Choneros’ es la banda que fue dirigida por alias Fito, esta una de las primeras estructuras dedicadas al multicrimen trasnacional originada en Ecuador. Medios citados coinciden en que esta banda delincuencial está vinculada a un cartel colombiano. De hecho, se especula que ‘Los Choneros’ surgieron como brazo armado de dicho cartel.
La situación también ha puesto en alerta a Perú debido a la ubicación geográfica de la cárcel en Guayaquil desde donde se fugó ‘Fito’. Se cree que las mismas rutas utilizadas para su escape podrían estar siendo utilizadas para el tráfico de cocaína, posiblemente como vías de escape hacia Colomb
Además, dice El Tiempo, se ha puesto en duda si existen conexiones de este cabecilla en Medellín. Sobre todo porque el cadáver del nuevo líder de la banda criminal fue encontrado en mayo de 2023 en el municipio de Fredonia, Antioquia, a tan solo dos horas de Medellín. Se trataba de Junior Alexánder Roldán Paredes, también conocido como alias JR, que tenía una herida de bala en la cabeza. Esta situación plantea la posibilidad de que este grupo delictivo haya trasladado parte de sus operaciones a Colombia.
Por ahora, la cooperación entre las autoridades colombianas y ecuatorianas es crucial para abordar esta amenaza que ha generado gran preocupación en la región.
En el operativo de búsqueda de Fito, catalogado como un “delincuente con características sumamente peligrosas” vinculado al terrorismo, participan más o menos 3.000 policías y militares de Ecuador, según afirmaciones del secretario general de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta.
El líder de Los Choneros nació el 18 de noviembre de 1979 en la ciudad de Manta. La trayectoria delictiva de ‘Fito’ se remonta al año 2000, cuando fue detenido por primera vez por el delito de robo.
Posteriormente, en 2011, fue capturado y condenado a 34 años de prisión por cargos de narcotráfico, delincuencia organizada y homicidio. Sin embargo, dos años después, en 2013 Fito se fugó por primera vez de la cárcel, junto con otros 17 reclusos, y continuó con sus actividades delictivas.
Asumió el liderazgo de la banda tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias ‘Rasquiña’, el 28 de diciembre de 2020. Este hecho ocurrió seis meses después de que ‘Rasquiña’ saliera de prisión y fuera acribillado en la cafetería de un centro comercial en plena luz del día.
Los Choneros, originarios de la ciudad de Chone en la provincia de Manabí, surgieron en la década de los años 90 y se consolidaron como una fuerza influyente en las rutas del narcotráfico, especialmente en el transporte de cocaína desde Colombia hacia Centroamérica o Norteamérica, según información de la Policía de Ecuador.
En la actualidad, las autoridades indican que Los Choneros están involucrados en actividades delictivas como el narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas. Además, están enfrentados con otras bandas del vecino país como Los Lobos y Los Tiguerones, por el control del marcad ilícito.