EEUU felicitó al nuevo presidente de Taiwán y elogió el “sólido sistema democrático y el proceso electoral” de la isla

El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, felicitó el sábado al presidente electo de Taiwán, William Lai, y elogió el “sólido sistema democrático y el proceso electoral” de la isla autogobernada.

En un comunicado, Blinken también afirmó que Washington está “comprometido con el mantenimiento de la paz y la estabilidad a través del Estrecho, y con la resolución pacífica de las diferencias, libre de coacciones y presiones”.

William Lai, tachado por China de amenaza para la paz, consiguió un tercer mandato consecutivo sin precedentes para el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán, tras presentarse como defensor del modo de vida democrático de la isla.

El vencedor de la elección presidencial de Taiwán, que deberá enfrentar las relaciones cada vez más turbulentas con China, se define a sí mismo como un “pragmático trabajador por la independencia” de la isla de gobierno democrático. El actual vicepresidente y favorito en los sondeos obtuvo el 40,2% de los sufragios, según los resultados escrutados en 98% de los centros electorales.

El veterano político y actual vicepresidente, de 64 años, prometió durante la campaña defender la identidad de este territorio de 23 millones de habitantes frente a China, una potencia de régimen comunista que considera a Taiwán como una de sus provincias.

Para ello, Lai, que sucederá en mayo a la mandataria saliente Tsai Ing-wen, prevé mantener la política de fortalecimiento militar, ante la multiplicación de las amenazas de Beijing de recurrir a la fuerza, si lo considerara necesario, para “reunificar” el 

Aunque moderó su discurso en los últimos meses, la candidatura de Lai generó crispación en Beijing, que lo definió como una “fuente de peligro y guerra” en el estrecho de Taiwán.

Y poco después del anuncio de los resultados de los comicios, reafirmó que “la reunificación” de China es “inevitable”. “Estamos decididos a proteger a Taiwán de las intimidaciones y amenazas continuadas de China”, dijo Lai Ching-te en su discurso de victoria, en el que se comprometió también a mantener la paz y la estabilidad en la región.

China y Taiwán están separados de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas derrotaron en la guerra civil a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla donde instauraron un régimen autocrático que mutó en una democracia en los años 90.

Durante su campaña, Lai reiteró su postura de que Taiwán es “ya independiente” y que no necesita una declaración formal de separación.

Se mostró abierto a la comunicación con Pekín, pero bajo condiciones de “paridad y dignidad” y advirtió que no piensa sacrificar la soberanía de Taiwán para estrechar lazos en por consideraciones de prosperidad económica.

“La paz sin soberanía (…) es una falsa paz”, afirmó recientemente.