SANTO DOMINGO, RD.-La presencia del presidente Luis Abinader en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas coincidirá con importante reunión de planificación para la próxima llegada de la Misión Internacional de Apoyo a la Seguridad a Haití.
Esta reunión crucial está prevista en Washington y tiene carácter de urgencia, sobre todo luego de que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresa preocupación por la escalada de violencia en Haití.
Al menos 806 personas, que no estaban involucradas en los intercambios violentos en curso, fueron asesinadas, heridas o secuestradas en enero de 2024. Unos 300 pandilleros también fueron asesinados o heridos, lo que eleva el número total de personas afectadas a 1.108, o más de tres veces el número en El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) comunico que está profundamente preocupado por informes recientes que revelan la violencia que enfrentan y presencian los niños en medio de los actuales acontecimientos sociopolíticos en Haití.
En una declaración hecha pública esta semana 4, Bruno Maes, representante de la organización en Haití, pide la protección de los derechos de todos.El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido esta semana nuevamente en su sede de Nueva York aprobó por mayoría una misión de seguridad para hacer frente al avance de las pandillas en Haití.
“Estados Unidos continuará apoyando al pueblo haitiano en su momento de necesidad y está comprometido a aumentar la asistencia a la misión”, dijo en un comunicado por escrito la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
La resolución responde a un proyecto presentado por Ecuador y EEUU, así como a una carta enviada el pasado 14 de agosto por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para el uso de una misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de Haití (MSS, por sus siglas en inglés).
“Esperamos que esta misión envíe un mensaje claro y contundente a los jefes de las pandillas en Haití”, dijo el representante de Ecuador, Hernán Pérez Loos, al hacer comentarios tras la decisión del lunes.
La votación resultó en 13 votos a favor y 2 abstenciones, sin ninguno de los 15 miembros que se manifestara en contra. Está por definir la fecha del inicio de la misión.
La misión internacional de apoyo estará comandada por el gobierno de Kenia con un contingente de unos 1.000 efectivos policiales.
Los haitianos desconfían de una presencia armada de la ONU. El país caribeño estuvo libre de cólera hasta 2010, cuando las fuerzas de paz de la organización vertieron aguas residuales infectadas en un río. Más de 9.000 personas murieron a causa de la enfermedad y unas 800.000 enfermaron.
En su alocución el canciller de Haití, Jean Vitor Geneus, agradeció a los países miembros del Consejo por el apoyo a la decisión del lunes.
“Es una esperanza para nuestro pueblo que sufre desde hace tiempo”, dijo el canciller haitiano Geneus en referencia al difícil ambiente en la isla caribeña.
Además, agradeció a Kenia y su gobierno por la iniciativa, así como a los de EEUU y Ecuador por presentar el proyecto.
Más adelante, el canciller haitiano, insistió en la importancia de una resolución así para "evitar que esta crisis se convierta en un peligro para la paz y la seguridad de la región".
El canciller Geneus pidió al Consejo apegarse a las normas de intervención establecidas por la ONU, a fin de que se respeten la soberanía haitiana y se cumpla el derecho internacional.
Los representantes de China y Rusia, quienes se abstuvieron de votar a favor, coincidieron en que la misión debe de velar porque con la llegada de este contingente no ocurran abusos o incidentes que lleven a la violación de los derechos humanos. Además, insistieron en los países miembros en apoyar las acciones para cortar el suministro de armas a los grupos criminales en la isla antillana.
Haití vive un ascendente ambiente de inseguridad desde el verano de 2021 cuando comandos armados asesinaron al presidente haitiano Jovenel Moïse en su residencia de Puerto Príncipe. Desde entonces no se han realizado elecciones y el mandatario interino, Ariel Henry, ha reiterado que la violencia impide la celebración de comicios generales.
La oficina de la ONU en Haití ha denunciado que las bandas usan la violación sexual y los crímenes violentos como armas para intimidar a la población. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también ha reportado de un alto nivel de personas desplazadas de los principales barrios de la capital debido al accionar de las pandillas.
Al respecto la representante especial del Secretario General en Haití, María Isabel Salvador, aclaró que no se trata de "una misión de la ONU", como ha ocurrido en años recientes e hizo algunas precisiones.
"También sigo alentando fervientemente a todos los actores políticos a que demuestren responsabilidad y espíritu de compromiso para salir del estancamiento. Haití enfrenta una emergencia de seguridad, además de humanitaria y socioeconómica, y el mundo político haitiano debe estar a la altura de los desafíos que enfrenta el país y su población", dijo Salvador en un comunicado por escrito poco después.