Santo Domingo, RD.- Era un martes, el 30 de mayo del 1962, a las 9:45 de la noche, transitaba en su vehículo el entonces gobernador de la ciudad de Santiago, ungido por sus propios adláteres, 31 años después de acceder a la presidencia de la República Dominicana, considerada su feudo particular, se movía lentamente solo bajo el ruido de la brisa del mar, por el kilómetro 9 de la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal, Rafael Leónidas Trujillo Molina, que sería sorprendido por una lluvia de balas que terminarían así con su vida, con la vida de un déspota que gobernó a sangre y fuego, reeligiéndose 4 veces como presidente y disponiendo otras cuatro veces más quién sería presidente de la nación bajo su control.
La emboscada en que muere Trujillo fue urdida por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel «Tunti» Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.
¨El vehículo recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales siete impactaron el cuerpo del dictador causándole la muerte. Su chófer, Zacarías de la Cruz, recibió varios impactos, pero no perdió la vida, aunque fue dado por muerto por los ajusticiadores.¨
Relatan crónicas de la época que las armas proporcionadas para el ajusticiamiento habrían sido proporcionadas por la CIA y habían sido ocultadas por el estadounidense Simón Thomas Stocker, «Wimpy», como también se le conocía, propietario del único supermercado del país y residente en la República desde 1942, quien fuera contactado por la CIA bajo el nombre en clave de «Héctor». Dícese que Stocker rehusó la remuneración de la CIA por sus esfuerzos, aduciendo su convicción moral.
Así terminó Rafael Trujillo con 31 años de dictadura detrás, para cuyos períodos de gobernanza fue electo presidente en 1930 con 223,926 Votos a su favor, de unos 225,423 ciudadanos inscritos en el padrón electoral y teniendo en contra 1,870 votos de su contendiente.
Luego se reelige en 1934 obteniendo la totalidad de los votos emitidos 256,423, la misma cantidad de inscritos en el padrón electoral de la fecha; en 1938 le sucede un presidente títere, bajo su égida, Jacinto B. Peynado, que obtiene la totalidad de los votos 319,680, no contaba con otro contendiente en las elecciones.
En 1942 vuelve a reelegirse el jefe Rafael Leónidas Trujillo Molina con 581,937 votos, la totalidad de los votos inscritos y también sin competencia en la carrera por la presidencia, siendo esta su tercera reelección.
Y su cuarta reelección sucede en 1947 cuando obtiene 781,389 de un total de 840,340 inscritos y esta vez corriendo con opositores en la contienda, que apenas obtienen 58,591.
Vendría detrás, en 1952, el turno de ocupar la presidencia de la república a Héctor Bienvenido Trujillo, su hermano, una postalita bajo su control, que obtuvo 1,038,816, la totalidad de los inscritos en el padrón y que lograra reelegirse una vez en 1957 triunfando en un proceso sin oponentes y obteniendo la totalidad de los votos: 1,265,816
Funcionario de confianza, intelectual que ocupara varias carteras durante los gobiernos de Trujillo, que descollara públicamente tras redactar un manifiesto de oposición a una de las intervenciones norteamericanas en el país, Joaquín Balaguer Ricardo, quien precisamente diera fundamento a la llegada al poder de Trujillo.
Balaguer confiesa en una de sus obras haber sido el redactor del Manifiesto del Movimiento del 23 de febrero de 1930, que puso fin al Gobierno de Horacio Vásquez, con lo que comenzó el proyecto para que el general Rafael Leónidas Trujillo, tomara el poder, lo que ocurriría el 16 de agosto de 1930.
De 1960 a 1996 Balaguer ocupó la presidencia 7 veces: 6 veces funge como presidente constitucional, 1 vez como presidente provisional y 5 veces reelecto en el cargo por votación electoral, lo que lo convierte en el político que más veces ocupó el cargo en la República Dominicana.
La primera reelección de Balaguer se produjo en 1970, en medio de un gobierno represivo, donde se producían crímenes políticos, acciones represivas que alcanzaban a los principales lideres políticos, cercenada la libertad sindical y limitada la libertad de expresión, controlado todo el aparato militar y con los recursos públicos a su disposición para inducir el voto.
En esas elecciones se produjo la abstención del principal partido opositor, el Revolucionario Dominicano y otras fuerzas políticas.
Para la segunda reelección de Balaguer en 1974 el cuadro se mantenía en la misma situación: Represión, crímenes políticos y uso y abuso de los recursos del Estado a favor del gobernante.
En esta ocasión sin embargo el PRD, se había dividido con la salida de sus filas del profesor Juan Bosch que lo abandonó en noviembre de 1973, el partido blanco con José Francisco Peña Gómez, dirigiéndolo, conformó un frente electoral opositor denominado Acuerdo de Santiago, con el Partido Quisqueyano Demócrata, el Revolucionario Social Cristiano y el Movimiento Popular Dominicano, MPD.
Sin embargo el Acuerdo de Santiago, que postulaba a don Antonio Guzmán a la presidencia, tuvo que retirarse del proceso tres días antes de la votación, ante los altos niveles de represión y una competencia regida por el descaro de la participación de militares en el torneo a favor de Balaguer, amén del uso y abuso de los recursos estatales en la contienda y a favor del gobernante.
En esas elecciones, buscando legitimar el proceso, el excontralmirante Homero Lajara Burgos fue el único contrincante que tuvo Balaguer en aquellos comicios.
Tras ser sacado del poder en 1978 por el triunfo del Partido Revolucionario Dominicano, en una contienda también dificultada por los mismos elementos, pero esta vez con la decision de la oposición de torcer el brazo a Balaguer, amén de que ya este no contaba con todo el respaldo de los Estados Unidos de Norteamérica que en antes tenia.
Joaquín Balaguer logra su tercera reelección en el 1986 Balaguer se volvió a presentar como candidato en 1986 aprovechándose de una división en el PRD, logrando ganar la presidencia de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde derrotó por escaso margen al candidato opositor, Jacobo Majluta.
Su cuarto retorno al solio presidencial se sucede en 1990, en las elecciones generales del 16 de mayo, luego de un conteo electoral tedioso, dificultado por todas clases de denuncias de fraude, el Partido Reformista Socialcristiano, PRSC, fue declarado ganador y así logra su cuarta reelección el líder de los colora´os.
A propósito de este certamen y sus resultados apunta Wikipedia que: ¨Esto llevó a la Autoridad Electoral Central a introducir varias reformas a la ley electoral en 1992, incluido un aumento en el número de miembros de la Autoridad y la producción de un nuevo censo electoral.¨
La quinta y ultima reelección de Joaquín Balaguer se produce en el 1994, proceso electoral sometido a fuertes cuestionamientos, estas se celebraron el 16 de mayo de ese año, siendo reelecto por quinta y última vez Joaquín Balaguer, sin embargo, dada las dificultades del torneo y la oposición feroz a los resultados, hubo de pactarse un acuerdo entre los contendientes, José Francisco Pena Gómez y Joaquín Balaguer, el Pacto por la Democracia, que acortó el período presidencial de Balaguer a dos años, y desembocó en la celebración de nuevas elecciones en 1996 en las que, por primera vez desde 1966, el insigne escritor y político Joaquín Balaguer Ricardo, no se presentó.
Precisamente la crisis electoral de 1994 abrió las exclusas para el relevo del liderazgo político en el país, con el surgimiento en el escenario del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que ya había mostrado credenciales importantes en el 1990 en unas elecciones que perdiera del Partido Reformista Social Cristiano, PRSC, y cuyos resultados fueran sometidos a cuestionamiento tan precisos, que hoy día aún se entiende que ese triunfo le fue arrebatado al profesor Juan Bosch.
Pero justamente seis años después, en un giro inesperado de la historia, se formaliza un acuerdo entre ambas organizaciones, el PRSC y el PLD, que culmina en las elecciones de segunda vuelta del 1996, con el triunfo del Pacto Patriótico que coloca en la presidencia a Leonel Fernández Reyna.
Tras un periodo de gobierno de Leonel que devino en el año 2000 en una derrota electoral que diera paso nueva vez al Partido Revolucionario Dominicano al poder, y luego en medio de una crisis económica del país, en el 2003, en ese período de gobierno encabezado por Hipólito Mejía, se abren las exclusas electorales para que suceda la primera reelección del partido morado y Leonel Fernández.
La segunda reelección del PLD, con Fernández como candidato, se produce en el 2008 cuando gana cómodamente.
En sucesión partidaria, en el 2012, las elecciones presidenciales las gana Danilo Medina Sánchez quien de esa forma se convierte en el segundo candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que asume la gobernanza del país.
Luego, en el 2016, por cuarta vez consecutiva para la organización política fundada por el profesor Juan Bosch, se alza con la presidencia de la República Dominicana el partido morado, resultando reelecto por primera vez Danilo Medina con holgada cantidad de votos, acumulando más de un sesenta por ciento de los votos emitidos, quien anunció de inmediato a los dominicanos que su reelección serviría para profundizar el proceso de cambio y democratización de la nación.
Pero cambios introducidos en la Constitución consignaron el impedimento de que Medina volviera a presentarse como candidato, quedando en esa única reelección su continuidad en el gobierno.
La suspensión de las elecciones municipales del 2020, la posterior derrota del gobernante Partido de la Liberación Dominicana, PLD, cuando estas elecciones municipales finalmente se realización, y una división que llevara al PLD a fragmentarse en entre sus dos líderes de entonces, Leonel Fernández y Danilo Medina, dió paso a la elección de Luis Abinader, en la primera gestión de gobierno suya y del Partido Revolucionario Moderno, PRM.
Hoy, superadas las viejas taras del anterior partido, del cual saliera a fundarse el PRM, parecería que apunta a ser el turno de Luis Abinader obtener la primera reelección como gobernante.
Los principales aspirantes, con dotes innegables de talento y condiciones para la política y el poder, que pudieron contenderle, se pusieron en fila india tras Luis Abinader, la figura política del momento, depurado en su ejercicio y con evidentes talentos, que hasta llegar a la presidencia no se les conocían y hasta se les dudaban.
Luis Abinader hoy evidencia calificaciones que le colocan en la senda de un estadista, mas allá de las consideraciones sobre el ejercicio de su gestión, ha dado muestras de crecimiento, y de tener el talento suficiente para competir de cara a más de un período gubernamental.
Ahora logró poner a todo el line up para jugar a favor del triunfo en las elecciones municipales, y por la reelección presidencial. Todo este espíritu de equipo, esta nueva vocación de poder, actuando como un solo cuerpo, no era pensable por mucho tiempo en el antiguo PRD, de que dure depende que se consolide lo logrado y avance el PRM, tanto como lo hicieron sus predecesores, en el mantenimiento al frente de la cosa pública.
Aprendieron no solo a actuar con espíritu de cuerpo sino también a utilizar las viejas lides y trucos de los veteranos, que han logrado escribir en la historia republicana un ejercicio presidencial por varios períodos. La política es el arte de lo posible, montado en hacer lo que hay que hacer para llegar y mantenerse en el poder…
Por ello no seria aventurado, viendo los resultados de casi todas las encuestas recientes del país, pensar: ¿ha llegado el turno de la reelección de Luis Abinader? Dios y la oposición tienen la última palabra, antes de la decision del pueblo soberano el próximo mayo!