Washington.-La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de asumir el caso sobre la presunta inmunidad del expresidente Donald Trump ha puesto sobre la mesa un calendario incierto, ya que no está claro que el juicio clave contra él, en Washington, vaya a llegar antes de las elecciones de noviembre.
Trump siempre ha defendido que goza de inmunidad presidencial frente a cualquier proceso relativo al convulso periodo tras los comicios de 2020, por ejemplo para frenar las acusaciones por tratar de revertir el resultado electoral o instigar el asalto al Capitolio.
Hasta el miércoles, Trump tenía como principal reto legal a corto plazo un juicio previsto en Washington por su papel en dicho periodo. Las vistas debían arrancar en marzo, pero la jueza aplazó el proceso por petición de la defensa y los medios estadounidenses apuntaban ya a mayo como horizonte.
Sin embargo, éste y otros procesos quedan a la espera de que el Supremo se pronuncie, algo reclamado por los abogados de Trump. De hecho, la defensa del magnate ha tratado retrasar todos los procesos, sabedores de que el punto de in!exión puede llegar en noviembre si el favorito en las primarias republicanas logra volver a la Casa Blanca.
El Tribunal Supremo ha acordado comenzar a escuchar a las partes el 22 de abril, la única fecha segura que se conoce en todo este proceso. Teóricamente, los jueces tienen margen para dictar sentencia antes del receso estival que comienza en junio, aunque sería un periodo más breve del habitual.
Si el Supremo da la razón a Trump y certifica que no puede ser juzgado, quedarían archivados las causas pendientes. En caso contrario, se reactivaría el proceso de Washington, aunque existen serias dudas de que pudiese haber juicio y sentencia antes de la cita del 5 de noviembre.
El fiscal especial Jack Smith ha estimado "entre cuatro y seis semanas" el tiempo que necesita para exponer todos sus argumentos, mientras que los potenciales miembros del jurado han recibido cartas en las que se alude de un juicio que "podría durar aproximadamente tres meses", según la cadena NBC News.
En cualquier caso, Trump ya no sería condenado antes de la Convención Nacional Republicana que, a mediados de julio, le proclamará salvo sorpresa mayúscula como candidato del partido a las elecciones presidenciales.
Trump, entretanto, ha vuelto a cargar en redes sociales contra la "caza de brujas" de la que se siente víctima, acusando al actual presidente, Joe Biden, de utilizar el sistema judicial para tratar de frenar sus aspiraciones electorales.
Sostiene, además, que negarle la inmunidad pondría en riesgo los cimientos políticos del país. "Sin inmunidad, un presidente no podrá gobernar o tomar decisiones por el mejor interés de Estados Unidos. Los presidentes siempre estarán preocupados o incluso paralizados ante la perspectiva de un procesamiento después de dejar el cargo", ha alegado.