A pesar de la grave crisis haitiana, EE.UU prioriza sus relaciones diplomáticas con esa nación por encima de RD

SANTO DOMINGO, RD.-Con la ratificación por parte del Senado de Estados Unidos del nombramiento del diplomático Dennis Hankins como su nuevo embajador para Haití, en medio del recrudecimiento de la crisis social y política en el país caribeño, la nación manda un nuevo mensaje de su poco interés en formalizar su misión diplomática en República Dominicana.

A finales del año pasado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nominó al codirector de Milán Américas, LLC, Juan Carlos Iturregui, como candidato embajador extraordinario y plenipotenciario para la República Dominicana.
Anteriormente el presidente estadounidense había nombrado Calvin Smyre, como embajador de EE.UU en República Dominicana, pero fue retirada para reintroducirlo como embajador en Bahamas.

República Dominicana se encamina a cumplir cuatro años sin tener un embajador de Estados Unidos asignado a su territorio, tiempo en el que tres encargados de Negocios han fungido como jefes de la legación diplomática, siendo Patricia Aguilera la más reciente designación para el cargo que Isiah Parnell asumió hace menos de cinco meses.

Robin Bernstein, la última embajadora estadounidense en la República Dominicana, concluyó sus servicios en el país el 20 de enero de 2021, el día en que el demócrata Joe Biden inició su período como el presidente número 46 de los Estados Unidos, desde entonces solo un nombre ha salido a la luz en relación a la posición.

Calvin Smyre fue anunciado como embajador en República Dominicana en septiembre de 2021, pero a mediados del 2022 Biden cambió de opinión y el diplomático fue propuesto para ocupar la misma posición en Bahamas, nominación que todavía está pendiente de aprobación por parte del Congreso de los Estados Unidos.

Esta semana, con 89 votos a favor y uno en contra, la Cámara Alta confirmó a Hankins en el cargo, más de dos años después de que el puesto estuviera vacante tras la salida de la exembajadora Michele Sison en octubre de 2021 y la posterior renuncia del enviado especial para el país, Daniel Foote.

Este último dejó su cargo en protesta por la decisión del Gobierno de continuar con los vuelos de deportación de migrantes a la isla y ante lo que calificó de una política «profundamente errada» hacia Haití.