Causa extrañeza rapidez Papa aceptó renuncia de Benito Ángeles; obispo cumplió 75 años el domingo y madrugada del lunes lo informó el Episcopado

Santo Domingo.- La aceptación por parte del papa Francisco «con prisa o a vapor» de la renuncia de monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández a su responsabilidad de obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo ha causado extrañeza en el país, en la prensa internacional y en cículos de la propia Iglesia Católica.

La situación se produce porque entre la obligada presetnación de la renuncia de monseñor Ángeles Fernández, por haber cumplido los 75 años de edad establecido en el Derecho Canónico, la aceptación delpapa Francisco, no transcurrió ni un día.

Hay quienes especulan que la carta de renuncia pudo haber estado hecha con antelación, para permitir al purpurado que saliera menos afectados o para evitar un escándalo mayor a la Iglesia Católica dominicana y a la universal, aprovechando la ocasión mandatoria de la renuncia obligatoria a los 75 años cumplidos.

El periódico dirtital español INFOVATICANA, especializado en temas de la Iglesia Católica, publicó la información y la calificó previsible, debido a que monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández estaba siendo investigado en El Vaticano por presunto abuso sexual a un menor en La Vega, cuando se desempeñaba como sacerdote en la Diócesis de esa provincia, que además es donde nació.

Monseñor Ángeles Fernández, que estuvo en el vórtice de la opinión pública dominicana en febrero por la revelación de INFOVATICANA, cumplió los 75 años de edad el domingo. Nació el 17 de marzo de 1949 en Arenoso, La Vega.

También ha causado extrañeza que la aceptación de la renuncia fuera publicada por la Conferencia del Episcopado Dominicano a través de la red social X, antigua Twitter y no por un comunicado enviado a la prensa como se estila.

InfoVaticana desveló el pasado 16 de febrero que Benito Ángeles estaba siendo investigado por el Vaticano por una denuncia de abuso sexual ocurrido presuntamente en 1994 y en la publicación se daba cuenta que el arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, el entonces nuncio apostólico en República Dominicana, monseñor Jude Thaddeus Okolo y el actual obispo emérito de Baní, monseñor Príamo Tejeda, tenían conocimiento de lo ocurrido.