Policías reconocieron que Dina Boluarte sí estaba en su casa cuando la Fiscalía acudió por primera vez, pero luego lo negaron

La resolución judicial que autoriza el allanamiento a la casa de la presidenta Dina Boluarte revela nuevos detalles de la frustrada diligencia fiscal del último miércoles 27 de marzo. Dicho día, fiscales llegaron a la vivienda ubicada en Surquillo para desarrollar la diligencia de exhibición voluntaria de los relojes Rolex. Sin embargo, según reveló el fiscal adjunto supremo Hernán Mendoza, no se les abrió la puerta.

“Nosotros hemos acudido por orden del señor fiscal de la Nación a su domicilio para efectos de llevar adelante esa diligencia de exhibición, sea con ella (Boluarte) o con una persona que ella designe. Sin embargo, hemos ido a su domicilio, hemos levantado el acta correspondiente y no nos han abierto la puerta. El comandante de la División de Seguridad se comunicó en ese momento y nos indicó que podíamos ir hasta la Presidencia, que en el lugar nos iba a recibir; sin embargo, tampoco nos ha recibido”, declaró el fiscal ante la Comisión de Fiscalización del Congreso.

No obstante, no se hizo mención de un dato importante: la contradicción en la declaración de personal de la Policía que resguarda la vivienda de la jefa de Estado.

De acuerdo al acta fiscal, cuando los fiscales llegaron al inmueble, efectivos aseguraron que Boluarte “se encontraba en su casa”, pero luego lo negaron.

“Personal fiscal se constituyó a la dirección Calle Los Halcones 326, distrito de Surquillo, provincia y departamento de Lima, domicilio real de la investigada Boluarte Zegarra, lugar en el que personal policial que resguarda dicho domicilio comunicó primero que la investigada se encontraba en su casa y luego negó tal afirmación”, se lee en la resolución del juez Juan Carlos Checkley, del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria.

Policías se contradijeron ante la presencia de los fiscales en la casa de Dina Boluarte

En el documento también se dejó constancia de que fue la capitán PNP Edith Monje indicó a los fiscales que podían acercarse a Palacio de Gobierno. La policía recibió la indicación del jefe encargado de la División de Seguridad Presidencial, el comandante PNP Morales Alva, quien se había comunicado con la mandataria.

En la sede del Ejecutivo, los representantes del Ministerio Público tampoco fueron recibidos. Un funcionario del Despacho Presidencial les aseguró que la presidenta “no estaba disponible y que se podía dejar la cédula de notificación de la disposición”.

Las dilaciones, así como el riesgo de que los relojes sean desaparecidos, llevaron a que el fiscal de la Nación interino, Juan Carlos Villena, solicitara al juez supremo Juan Carlos Checkley, del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, autorizar el allanamiento de la casa de Dina Boluarte y del Despacho Presidencial.

La policía ingresa por la fuerza a casa de Dina Boluarte tras recibir orden judicial para allanar recinto.

El allanamiento se ejecutó antes de la medianoche del Viernes Santo. Fiscales liderados por el adjunto supremo Hernán Mendoza y efectivos policiales encabezados por el coronel PNP Harvey Colchado llegaron a la casa de Boluarte en Surquillo. Los efectivos de la DIVIAC tuvieron que forzar con un ariete la cerradura para ingresar al domicilio. La diligencia duró más de 5 horas.

Luego, fiscales y policías se apersonaron en el Despacho Presidencial para allanarlo. La diligencia inició aproximadamente a las 5 de la mañana y culminó poco antes de las 10 de la mañana. El objetivo de los allanamientos era el mismo: incautar los relojes Rolex que la presidenta se resiste a mostrar y precisar su procedencia.